Las consecuencias del bloqueo armado impuesto por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento de Chocó siguen cobrando vidas. En la comunidad de Santa María de Pángala, ubicada en el municipio del Litoral del San Juan, las autoridades de salud confirmaron el fallecimiento de Yeliza Sarco Chamarra, una mujer de 32 años, y de su bebé, debido a la imposibilidad de ser trasladados a un centro asistencial. La falta de combustible y el temor a salir a las calles, resultado del paro armado, impidieron que recibieran la atención médica necesaria.
Luz Estella Murillo, secretaria de salud del Litoral del San Juan, explicó la situación: “Según las manifestaciones de la comunidad, no se pudo hacer el acercamiento a las instituciones de salud ya que no tenían disponibilidad de combustible en su momento, situación que es compleja, porque la única ruta de desplazamiento que tenemos en el municipio es la vía fluvial y al no contar con el combustible necesario y por la hora en la que ocurrieron los hechos era muy difícil que pudieran desplazarse”, señaló Murillo.
El desabastecimiento de combustible, agravado por las restricciones impuestas por el ELN, ha dificultado la movilidad en la región, dejando a la comunidad sin acceso a servicios básicos. Desde la administración local han intentado organizar un desplazamiento para atender a las poblaciones afectadas, pero hasta el momento no ha sido posible.
Además de este trágico suceso, la Asociación Consejo de Autoridades del Pueblo Wounaan de Colombia – Woundeko denunció la muerte de Isabella Piraza Pizario, una niña de un año perteneciente a la comunidad de San Cristóbal en el municipio de Istmina. “Por miedo y zozobra a la restricción de movilidad, las autoridades indígenas no pudieron trasladarla a las cabeceras municipales”, informó la Asociación en un comunicado.
Woundeko también destacó el desabastecimiento de alimentos y medicamentos que sufre la región, afectando gravemente a los enfermos de paludismo y otras enfermedades en las comunidades indígenas. Ante esta situación, la Asociación hizo un llamado urgente al presidente Gustavo Petro para que retome y mantenga los diálogos con el ELN en busca de “una paz duradera en Colombia, así como también con todos los demás grupos al margen de la ley”.
El llamado no solo se dirigió al Gobierno Nacional, sino también a las instituciones territoriales, entidades y organizaciones de derechos humanos, para que no dejen sola a la población de esta región y garanticen que las ayudas humanitarias lleguen a tiempo. La Asociación concluyó exigiendo al ELN que respete el “ejercicio legítimo del gobierno propio y la autonomía de los Pueblos Indígenas a la libre locomoción en el río San Juan”.
Humberto ‘Toto’ Torres