Atlético Nacional volvió a sufrir en el Atanasio Girardot; la falta de eficacia puso nuevamente en aprietos al conjunto verdolaga, que terminó encontrando el empate de manera dramática en el cierre del juego.
El partido se desarrolló en medio de un aguacero torrencial que condicionó directamente a ambos equipos. Aunque el compromiso comenzó a la hora pactada, la intensidad de la lluvia hizo que el terreno de juego se volviera pesado, convirtiendo el fútbol en un espectáculo tedioso y poco vistoso. La pelota no rodaba adecuadamente en un campo que paulatinamente comenzó a encharcarse, y el partido se tornó luchado, con las faltas convirtiéndose en un patrón debido a las condiciones del terreno.
Al minuto 27, el árbitro Bismark Santiago decidió suspender el compromiso, ya que se registraban 30 descargas eléctricas en el Valle de Aburrá, 15 de ellas en Medellín. Por precaución y buscando el bienestar de los jugadores, ambos equipos se retiraron del campo y el partido se suspendió aproximadamente por una hora. Este receso afectó a ambos equipos, que tuvieron que volver a realizar movimientos precompetitivos y adaptarse al terreno de juego.
Esto hizo que el juego tardara en ganar ritmo. Nacional, con la posesión del balón, intentaba proponer juego, siempre de afuera hacia adentro. Cardona y Morelos se ubicaron en los costados para abrir el bloque compacto y ordenado de Águilas, pero las opciones fueron escasas y la ansiedad creció. Por su parte, Águilas jugó desde atrás sin renunciar al ataque, manteniendo un bloque ordenado y bien posicionado, y aprovechando los desdobles para hacer daño al conjunto antioqueño con juegos largos.
En una de las últimas acciones del primer tiempo, Águilas encontró la apertura del marcador. Aprovechando un error defensivo de Nacional, Jesús Rivas recibió un pase al vacío y definió entre las piernas del arquero David Ospina.
El segundo tiempo mostró una reacción de Nacional. El ingreso de Cepellini y Kevin Parra le aportó versatilidad al ataque antioqueño. Las arremetidas y constantes llegadas indicaban que Nacional empataría el juego en cualquier momento. Sin embargo, la claridad momentánea se transformó en ansiedad y desesperación, ya que el gol no llegaba y Nacional sumaba su segunda derrota consecutiva en casa, tras caer ante Equidad en la fecha anterior.
Águilas aguantó y no cerró el juego. El equipo, que ahora juega en Sincelejo, desperdició varias opciones para aumentar la ventaja. Además, no fue efectivo al aprovechar las ventajas de un Nacional que, aunque ejerció defensa ataque, terminó jugando en inferioridad numérica y posicional defensiva. Los desdobles de los laterales de Águilas ofrecieron espacios para la amplitud y el transporte del balón.
Finalmente, un desborde por el sector derecho de Marino Hinestroza y una asistencia desde el piso de Alfredo Morelos dejaron un balón frente a la portería que el juvenil Kevin Parra envió al fondo de la red. Esta anotación salvó a Nacional numéricamente, pero no ocultó la falta de solidez colectiva e individual del equipo, que sigue en construcción y tiene problemas para definir las oportunidades y mantener una defensa sólida.
En conferencia de prensa, el estratega uruguayo Pablo Repetto destacó que no solo Nacional está en esta situación. Según Repetto, “En el torneo que estamos jugando les cuesta a todos. Hoy no hay un equipo que sea fluido en el juego que esté por encima del resto”.