Recientemente, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dejó la prisión de alta seguridad británica donde estaba recluido y abandonó el Reino Unido con el objetivo de volver a Australia, poco después de saberse que planeaba declararse culpable de los cargos que se le imputan en EE.UU. como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense.
Assange fue acusado de conspiración para obtener y divulgar información relevante a la defensa nacional estadounidense, después de que el sitio WikiLeaks publicara documentos militares secretos de Estados Unidos.
El caso arrancó en 2010 con la filtración de unos 91.000 documentos del Pentágono sobre el conflicto de Afganistán. Posteriormente, en octubre de 2010, WikiLeaks filtra 391.000 documentos del Pentágono sobre la guerra de Irak.
Luego, el 7 de diciembre de 2010, Assange se entrega a Scotland Yard en Londres e ingresa en prisión preventiva. En enero de 2011 queda en libertad bajo fianza, un juez británico aprueba su extradición a Suecia y recurre.
Refugiado en la embajada de Ecuador en junio de 2012, después de que el Tribunal Supremo británico accediera a su extradición. En 2015, la Fiscalía sueca accede a interrogarlo en Londres, pero se archivan las causas por prescripción de las acusaciones de acoso sexual y coerción.
Pasó los últimos cinco años en una cárcel británica mientras luchaba contra su extradición a Estados Unidos, donde temía pagar una larga condena de prisión.
Como parte del acuerdo, Assange no pasará tiempo bajo custodia estadounidense y recibirá crédito por el tiempo que pasó encarcelado en el Reino Unido.
El activista de 52 años llegó a un acuerdo con las autoridades estadounidenses que le permitirá declararse culpable de violar la ley de espionaje. Assange previamente se había defendido argumentando que todas las filtraciones habían sido un acto de periodismo.
“¡Julián está libre! Las palabras no pueden expresar nuestra inmensa gratitud hacia USTED, sí, USTED, que se ha movilizado durante años y años para que esto se haga realidad. GRACIAS. Gracias. GRACIAS”, ha escrito la esposa de Assange, Stella, en su cuenta de X, junto a un vídeo en el que se veía al periodista firmando los papeles de su acuerdo, viajando en furgoneta hasta el aeropuerto londinense de Stansted y abordando el avión de regreso.
De otro lado, una de las primeras figuras de la política en pronunciarse ante este anuncio fue el presidente Gustavo Petro, quien escribió en su cuenta de X que felicitaba al activista por su libertad.
“La prisión eterna de Assange y su tortura eran un atentado contra la libertad de prensa a escala global. Denunciar la masacre de civiles en Irak por parte de la acción bélica de EEUU fue su crimen, ahora la masacre se repite en Gaza. Invito a Julian y a su esposa Stella para que visiten Colombia y hagamos un acto por la verdadera libertad”.
Paola Martínez Burgos