Hoy, en un esfuerzo renovado por alcanzar la paz, el Gobierno de Colombia y la Segunda Marquetalia, una disidencia de las FARC, se sientan a la mesa de diálogo en Caracas, Venezuela. Este encuentro busca encontrar una salida al conflicto, ocho años después de una negociación fallida.
La Segunda Marquetalia está compuesta por exguerrilleros que abandonaron el acuerdo de paz de 2016. Este grupo, liderado por Luciano Martín Arango, alias ‘Iván Márquez’, fue creado en 2019 tras la vuelta a la clandestinidad de Márquez y ‘Jesús Santrich’, quien murió en 2021. Con un estatus político menor otorgado por el Gobierno, la Segunda Marquetalia cuenta con un estimado de 1.800 a 2.000 hombres, de los cuales solo entre 1.200 y 1.300 son guerrilleros activos; el resto son colaboradores.
Los diálogos, que se reanudan tras la aprobación de la ‘ley de paz total’ en Colombia, buscan permitir una renegociación con aquellos que se apartaron del acuerdo de 2016. Iván Márquez, que ya fue negociador en ese proceso, se sienta nuevamente con la esperanza de alcanzar un acuerdo satisfactorio.
Por parte del Gobierno, los diálogos estarán dirigidos por el exmagistrado del Consejo Nacional Electoral Armando Novoa, quien también participó en la Constituyente de 1991.
La Segunda Marquetalia no tiene como objetivo atacar directamente al Estado, sino conseguir el control territorial. Esto ha provocado un conflicto con la otra disidencia de las FARC, el Estado Mayor Central (EMC), según el Comité Internacional de la Cruz Roja. Además, a este grupo se le ha unido una mezcla de personas con intereses variados, como los Comandos de la Frontera, que operan en la frontera con Ecuador y se centran en las economías ilícitas.
En este primer ciclo de diálogos, ambas delegaciones deben definir los asuntos a tratar. Sin embargo, ya en reuniones previas en Venezuela, acordaron que el proceso “abogará por cambios y reformas democráticas para el beneficio de la población, partiendo de la construcción de paz con soluciones políticas en las que la prioridad sean los territorios”.
Este nuevo intento de diálogo representa una esperanza renovada para la paz en Colombia, en un contexto donde el conflicto ha perdurado durante décadas.
Humberto ‘Toto’ Torres