Ante estas acciones, el impacto ambiental en la zona es devastador.
Unidades del Ejército Nacional de Colombia dieron con la ubicación de dos refinerías ilegales, tres piscinas artesanales y dos válvulas ilícitas, las cuales eran utilizadas para extraer ilegalmente crudo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, en la vereda Campo Seis, zona rural del municipio de Tibú en Norte de Santander.
En la primera intervención, los uniformados se desplegaron hasta la vereda Campo Seis, donde ubicaron dos refinerías ilegales y dos piscinas que tenían la capacidad para hurtar, procesar y almacenar más de 15,000 galones de crudo.
De acuerdo con el comandante del Batallón de Operaciones Terrestres No 10 del Ejército, teniente coronel David Alejandro Rojas Duque: “En estos lugares, de manera ilícita, luego de robar el petróleo, este se procesaba para convertirlo en combustible artesanal conocido como ‘pategrillo’, el cual es utilizado en la producción de cocaína”.
En una segunda operación, los militares ubicaron dos válvulas ilícitas conectadas a la línea de transferencia de la Estación Norte, y una piscina más donde se almacenaban más de 20,000 galones del combustible robado.
Según el Ejército, la zona está asegurada y hay personal de la empresa privada delimitando la zona para la reparación e inhabilitación del tramo ilegalmente intervenido. El daño ambiental en estas zonas es devastador y la recuperación de los ecosistemas podría tomar siglos.
Es de anotar que en la región del Catatumbo, al nororiente del departamento de Norte de Santander, hay una fuerte presencia del ELN y de las Disidencias de las FARC, siendo estos los máximos responsables del hurto de hidrocarburos y de la tala de árboles. Los daños ambientales perpetrados buscan fortalecer el narcotráfico.
JUAN JOYA