El presidente ruso Vladimir Putin llegó el martes 18 de junio a Pyongyang, la capital de Corea del Norte, para una visita de Estado. Este viaje marca la primera vez en 24 años que un líder ruso visita el país, y se produce en un contexto de tensiones internacionales debido al conflicto en Ucrania y el apoyo de Occidente a Kiev.
Putin, en una carta publicada por medios estatales norcoreanos, prometió desarrollar sistemas de comercio y seguridad con Corea del Norte que no estén controlados por Occidente, agradeciendo a Pyongyang por su firme apoyo a la “operación militar especial” rusa en Ucrania.
La visita de Putin se da después de la reciente Cumbre de Paz para Ucrania en Suiza, y refleja la creciente cooperación entre Rusia y Corea del Norte. Putin y el líder norcoreano Kim Jong-Un podrían firmar un acuerdo de asociación en materia de seguridad durante esta visita, según Yuri Ushakov, asesor del Kremlin. Este acuerdo podría abordar temas de política internacional, economía y seguridad, subrayando la defensa conjunta de un mundo multipolar basado en principios de igualdad, respeto a la soberanía y no injerencia en asuntos internos.
El encuentro entre Putin y Kim también se produce en un momento en que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha mencionado la posibilidad de desplegar más armas nucleares debido a la creciente amenaza de China y Rusia. Este comentario fue calificado por el Kremlin como “otra escalada de tensión”. La relación entre Rusia y Corea del Norte se ha fortalecido en el último año, especialmente en el sector de defensa.
Occidente acusa a Corea del Norte de transferir armamento a Rusia para su uso en Ucrania, y se cree que Rusia ha proporcionado asesoría sobre lanzamientos de satélites espía a Corea del Norte, lo que violaría sanciones de la ONU.
La visita de Putin es vista como una oportunidad para materializar más y mejor cooperación económica, incluyendo un posible intercambio de divisas a cambio de mano de obra norcoreana, aunque esto podría contravenir las sanciones internacionales. Además, la reanudación de los flujos turísticos entre ambos países podría ser parte de la agenda, apuntalando la cooperación cultural.
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, comentó a Reuters que esta visita mejora el estatus de Corea del Norte entre los países que se oponen al orden internacional liderado por Estados Unidos y refuerza la legitimidad interna de Kim Jong-Un. La visita también destaca el esfuerzo de Putin por reafirmar su cooperación internacional en el marco de la invasión a Ucrania, buscando inquietar a Estados Unidos y sus aliados europeos y asiáticos.
En resumen, la visita de Vladimir Putin a Corea del Norte subraya la creciente cooperación entre ambos países en medio de la presión internacional y las sanciones. Esta alianza estratégica y táctica podría tener importantes implicaciones para la política internacional, la economía y la seguridad, a la vez que refuerza las posiciones de Putin y Kim en sus respectivos países.
Humberto ´Toto’ Torres