El barrio de San Pedro Mártir en Cartagena, Colombia, se ha visto sacudido por un nuevo episodio de violencia que ha cobrado la vida de Laura Cerezo Riego, una mujer de 40 años conocida como ‘la Mona’. Este trágico suceso marca el sexto caso de asesinato de mujeres en lo que va del año en la ciudad costera.
Originaria del Estado de Aragua, en Venezuela, Laura Cerezo Riego había hecho de Cartagena su hogar durante varios años, estableciendo lazos con la comunidad local en el barrio San Pedro Mártir. Sin embargo, su vida fue truncada el pasado sábado 18 de mayo cuando dos sicarios en moto la abordaron mientras caminaba por un sendero junto a un joven de 24 años, quien resultó herido en el ataque.
Según relatos de testigos presenciales, los sicarios no dudaron en abrir fuego contra Laura y su acompañante, disparando a quemarropa y sin mediar palabra alguna. ‘La Mona’ recibió cuatro impactos de bala, dos de ellos mortales en la cabeza, mientras que el joven que la acompañaba fue alcanzado en una de sus piernas. A pesar de los esfuerzos médicos, Laura falleció en el acto, mientras que su acompañante se encuentra estable en un centro de atención médica.
Este acto de violencia se suma a una serie de crímenes similares ocurridos en la misma zona en días anteriores, incluyendo el asesinato de Jorge Luis Polo Torreglosa el miércoles 15 de mayo. Las autoridades no descartan que estos eventos estén relacionados y apuntan a posibles vínculos con el tráfico local de estupefacientes.
Según versiones preliminares, Laura Cerezo Riego podría haber sido amenazada previamente por individuos vinculados a la muerte de Polo Torreglosa. Esta teoría está siendo investigada por la Policía, que busca esclarecer los motivos detrás de este nuevo episodio de violencia en la ciudad.
El cuerpo de Laura permanece en la morgue de Medicina Legal, a la espera de la llegada de sus familiares para proceder con los trámites funerarios.
Finalmente, su muerte se suma a la preocupante estadística de seis mujeres asesinadas en lo que va del año en Cartagena, dos de ellas víctimas de feminicidio y otras dos en casos de sicariato, reflejando la cruda realidad de la violencia de género y el crimen organizado que afecta a la ciudad.
Saray Vargas López