En medio de un debate candente sobre el futuro del transporte público en Bogotá, una propuesta ha surgido para reemplazar la icónica troncal de Transmilenio en la Avenida Caracas con la primera línea del metro de la ciudad. Esta iniciativa, presentada por un miembro destacado de la junta directiva del proyecto del metro, busca no solo modernizar el sistema de transporte, sino también mejorar la movilidad para los usuarios de vehículos particulares.
La sugerencia plantea la eliminación de la troncal de Transmilenio en la Avenida Caracas, liberando así dos carriles de esta vía para el uso exclusivo del tráfico de automóviles privados. Según el proponente, esto permitiría una mejor fluidez del tráfico y más espacio para los conductores particulares, al tiempo que se avanza en la implementación de una alternativa de transporte público más avanzada y eficiente.
El sistema de Transmilenio, concebido en la era del exalcalde Enrique Peñaloza en el año 2000, ha sido fundamental en la historia reciente de la movilidad bogotana. Ayudó a poner fin a la caótica “guerra del centavo” que plagó a la ciudad desde la privatización del transporte en los años 50, pero con el crecimiento poblacional actual, sus limitaciones han quedado expuestas.
“El crecimiento demográfico de la ciudad, que hoy supera los ocho millones de habitantes sin contar Soacha, junto con las restricciones inherentes del sistema Transmilenio, han generado un reconocido nivel de servicio deficiente”, menciona el comunicado oficial.
Entre las críticas al sistema actual, se destacan su vulnerabilidad a los pasajeros irregulares, conocidos como “colados”, que representan un porcentaje alto de los usuarios. Además, se señala la susceptibilidad del sistema a interrupciones por parte de un pequeño grupo de individuos, lo que puede resultar en la paralización del servicio y, en consecuencia, caos en la ciudad.
La propuesta defiende al metro como una alternativa más avanzada, menos contaminante y de mayor capacidad que Transmilenio. Argumenta que, a medida que las troncales existentes alcancen su capacidad máxima, el metro se convierte en la opción más adecuada para satisfacer las demandas de movilidad de una ciudad en constante crecimiento.
Si bien la propuesta ha generado un intenso debate entre defensores y detractores, deja claro que el futuro del transporte público en Bogotá está en constante evolución, y que decisiones importantes deberán tomarse para garantizar una movilidad eficiente y sostenible para todos los ciudadanos.
Sala digital Colmundo