🌐 ASTROLABIO # 253 - VIERNES, 19 DE ABRIL DEL 2024
Se temía que, en cualquier momento, Sadam Hussein atacara al país con armas químicas, o biológicas.
Tal ataque nunca se produjo ; y Hussein ya no existe.
Ahora, Irán ha atacado directamente a Israel.
Pero el efecto ha sido el mismo : prácticamente insignificante, a pesar de haber utilizado más de 300 proyectiles, simultáneamente.
Sin duda, el sistema “Hetz” ( Flecha ) ha demostrado tener un sorprendente grado de efectividad, equivalente al 100 %.
Pero no se trata solo de tecnología física y cibernética. Lo cierto es que, ante todo, se trata de un asunto político-estratégico.
Irán pensó que tras los ataques terroristas del 7 de octubre, Jerusalem se limitaría a atacar a sus proxies ( los autores materiales ), pero cometió dos errores de cálculo.
Aunque cuestionado, Israel no solo está liberando a los palestinos del oprobioso sometimiento de Hamás.
También ha refrenado a los hutíes de Yemen, y a Hizbolá, en el Líbano, desarrollando un sofisticado modelo de manejo multimodal y multifrontal, esto es, contra antagonistas híbridos, y en varios escenarios al mismo tiempo.
Y, como si fuera poco, propinó un golpe demoledor a los persas, en Damasco, demostrando así que tiene perfectamente claro quién es el autor intelectual de la agresión de octubre. Y que lo tiene en la mira.
Entonces, obligado a responder más temprano que tarde, Teherán cometió un tercer error : suponer que Israel enfrentaría la represalia en solitario, presa del aislamiento mundial.
Por el contrario, británicos, norteamericanos y franceses cooperaron para blindar incondicionalmente al país con aquel grueso paraguas antiproyectiles.
Y lo que es verdaderamente importante : que Jordania, vecino del atacante, actuó a la par con los aliados occidentales, rompiendo así el mito de que entre árabes y judíos no puede haber unidad estratégica militar.
De hecho, esta conducta pone de presente el quinto error iraní : pensar que su promoción del terrorismo fulminaría el entendimiento entre Jerusalem y los árabes que van sumándose a los Acuerdos de Abraham.
Antes bien, las frecuentes amenazas y transgresiones de Teherán han conseguido que ellos, los árabes, prefieran el equilibrio de poder con los hebreos antes que la sumisión a los persas.
Y que, en el mundo de las percepciones entre creencias y seguridad, los iraníes queden confinados a liderar el extremismo chií, en tanto que los suníes busquen la cooperación con los judíos, incluyendo lo que en su momento será la reconstrucción de Gaza una vez que Hamás haya sido esterilizado.
Con todo, Irán cayó en un sexto error, sumamente costoso : el de suponer que, tal como han actuado Washington y Londres con respecto a Kiev, sus aliados relativos, China y Rusia, le secundarían a ciegas para enfrentar a los occidentales en la retaliación contra Israel, incurriendo, como si fuera deleznable, en el riesgo de generar una especie de prolegómeno a “la tercera guerra mundial”.
En resumen, Israel ha recobrado el liderazgo en el uso del derecho a la legítima defensa ampliada y, hoy por hoy, no tiene por qué excitarse tanto como para caer en la puerilidad de represaliar a Teherán por instinto, malgastando sus recursos.
Antes bien, gozando de la notable ventaja estratégica que le confiere su paradigmático sistema de defensa, podrá calcular con reposo y certeza cómo afectar al antagonista común en Medio Oriente de tal modo que Irán no logre nunca el acceso al arma nuclear, tenga que reconsiderar la promoción del terrorismo, y no siga experimentando con las disrupciones en América Latina.
Queda claro que la tarea es diplomáticamente compleja, pero plenamente factible : reconstruir a Gaza de modo multilateral ; paralizar a los testaferros de los ayatolás ; garantizar el equilibrio desde el Magreb hasta el Shatt-al-Arab ; expandir los Acuerdos de Abraham, y conformar una coalición altamente flexible entre los árabes antipersas y el G-7 para quebrar el apetito expansionista iraní.
vicentetorrijos.com