La crisis económica en Argentina está alcanzando su punto crítico. Por ahora, los gobernadores de este país han instado al Gobierno Nacional, encabezado por Javier Milei, a crear un plan de contención. Por lo tanto, el 4 de abril se llevará a cabo una nueva reunión en la Casa Rosada, mientras continúan las disputas sobre ganancias y se estudian demandas ante la Corte por los fondos destinados a las cajas de jubilaciones.
A pesar de que ha pasado casi un mes desde la primera reunión en la Casa Rosada entre el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y los gobernadores, y el impacto de la recesión se profundiza, no se han logrado avances en las negociaciones entre la Nación y las provincias antes del segundo encuentro previsto para el próximo jueves. Además, aunque persiste un clima de diálogo, según reconocen desde las provincias, “hay menos dinámica”, y lo peor es que las tensiones se han intensificado desde que el presidente Javier Milei recortó por decreto partidas para las cajas de jubilaciones provinciales no transferidas.
Los gobernadores que han hablado en la última semana forman parte de un grupo que tiene la intención de colaborar con Milei y su gobierno. Incluso han manifestado en público, como el gobernador de Córdoba, su disposición a apoyar la nueva ley Ómnibus, que es más pequeña, menos ambiciosa y más negociada. Sin embargo, también han expresado en público un lado B que el Gobierno no asimila: el ajuste debe tener un límite.
Por lo tanto, abril será un mes clave para los planes del Gobierno argentino, esto después de que Milei aumentó la tensión cuando en una entrevista concedida a CNN en Español, reprochó a los gobernadores por “jugar sucio” al no brindar el debido apoyo a su megaproyecto de la Ley Bases, que persuadió en el Pacto de Mayo y que ahora podría enfrentar un serio peligro.
“Si tuviera que ver algún error fue haber ido a hablar con los gobernadores de una manera transparente y honesta porque cuando presentamos la Ley Bases. Agregamos el capítulo fiscal, básicamente, para ayudarlos a resolver un problema, pero los gobernadores en vez de tomarlo como un gesto de buena voluntad, que es lo que era, lo tomaron como un signo de debilidad”, detalló el mandatario.
Es importante señalar que en las últimas horas, el ministro del Interior, Guillermo Francos, trató de reducir la tensión con los gobernadores luego de que el presidente Javier Milei declarara en la entrevista que fue un error confiar en los mandatarios provinciales en los primeros meses de su gestión. Además, el titular de esta cartera aseguró que las reuniones con los gobernadores y distintos bloques de legisladores continuarán en los próximos días, con el objetivo de discutir antes de fin de mes la nueva ley bases ante el Congreso.
Por un lado, hay quienes resaltan los logros de Milei en lo que no sucedió, como la evitación de una hiperinflación, y en lo que podría suceder, como una inflación descendente, encaminándose hacia un dígito. Por otro lado, se habla de la recesión, con una caída en la recaudación propia de las provincias, una disminución en la coparticipación (en marzo la reducción real fue del 27% interanual) y en los giros nacionales discrecionales, que prácticamente desaparecieron. Los mandatarios están convencidos de que el presidente Javier Milei espera que, “asfixiados”, apoyen sus iniciativas.
Un aumento peligroso de la conflictividad social, advertido previamente por el Fondo Monetario Internacional, junto con paros de empleados estatales, son el escenario de una fuerte confrontación política que Milei espera que los gobernadores del norte y sur lleguen a un acuerdo.
Paola Martínez Burgos