Salvatore Mancuso Gómez, exjefe paramilitar, arribó hoy martes 27 de febrero a Colombia después de 16 años desde su extradición a Estados Unidos. Su llegada generó una serie de medidas y reacciones por parte de las autoridades y analistas.
El vuelo que trajo a Mancuso desde Estados Unidos aterrizó en el Aeropuerto El Dorado, donde se realizaron los trámites migratorios correspondientes. Posteriormente, fue puesto a disposición de las autoridades colombianas, concretamente de la cárcel La Picota, donde estará en el pabellón de los extraditables.
Horas antes de su regreso, la Fiscalía General de la Nación formalmente decidió incluir a Mancuso en una investigación y citarlo para declarar por su presunta implicación en el asesinato del exdecano de la Facultad de Educación de la Universidad de Magdalena, Roque Alfonso Morelli Zarate.
Mancuso enfrenta al menos 60 órdenes de aseguramiento en su contra en las salas de Justicia y Paz de Bogotá y Barranquilla. Se le investiga por una serie de delitos que van desde desaparición y desplazamiento forzado hasta reclutamiento ilícito y violencia de género. Se le atribuye ser responsable de unos 130 crímenes cometidos entre 1997 y 2005.
Además, se ha programado una audiencia en la que los jueces de Justicia y Paz decidirán sobre la posibilidad de concederle libertad condicional por un período de cuatro años tras su retorno al país.
En el año 2023, Mancuso expresó su voluntad de contribuir a la paz en Colombia, enfatizando su compromiso con la justicia y la no repetición de los actos violentos que marcaron el conflicto armado colombiano. Sin embargo, analistas como Esteban Salazar de PARES han señalado que, a pesar de la ley de Paz Total, Mancuso no podrá gozar de libertad plena debido a la gravedad de los delitos que enfrenta ante la justicia ordinaria.
El retorno de Mancuso plantea nuevos desafíos y oportunidades para el sistema judicial y para la consolidación de la paz en el país, mientras se reavivan los debates sobre la verdad, la justicia y la reconciliación en el marco del conflicto armado colombiano.
Por último, Helena Uran Bidegain, jefa de la Unidad del Ministerio de Relaciones Exteriores para Medidas de No Repetición, también estuvo presente para fomentar la oportunidad que representa este proceso en la consolidación de una agenda para evitar la repetición de los acontecimientos dolorosos del pasado.
Sala digital Colmundo