En Segovia, Antioquia, una grave crisis humanitaria se desata con el confinamiento de cerca de 3000 personas debido al recrudecimiento de la violencia perpetrada por el Clan del Golfo. La defensora del Pueblo de Antioquia, preocupada por la situación, ha anunciado que mañana un equipo del Ministerio Público intentará ingresar al territorio en una misión humanitaria.
La violencia desatada por el Clan del Golfo ha afectado a más de cinco veredas, dejando a cerca de 800 familias confinadas sin acceso a alimentos y combustibles. El miedo a los campos minados, que se cobraron la vida del soldado Diego Fernando Gómez Fonseca, ha paralizado a los campesinos, impidiéndoles salir de sus caseríos para realizar sus labores agrícolas y cotidianas.
En la vereda Altos de Manila, una de las más afectadas, la comunidad ha grabado un desgarrador video mostrando la soledad de las calles, canchas y escuelas, ahora desiertas debido a la incursión paramilitar del Clan del Golfo. La escasez de gas propano, gasolina, ACPM y alimentos está golpeando duramente a la población confinada.
Los habitantes de las veredas El Aguacate, Alto de Manila y Las Manuelas son los más afectados por esta situación. Las autoridades, aunque desean prestar ayuda humanitaria, se ven obstaculizadas por las intimidaciones del Clan del Golfo.
A pesar del despliegue de 200 militares del Ejército durante quince días, la comunidad sigue sin sentirse segura y clama por una mayor intervención de las autoridades. La preocupación por el incremento de la violencia, especialmente contra menores de edad, es evidente, y se espera que la misión humanitaria del Ministerio Público pueda brindar algo de alivio a esta situación desesperada.
Humberto ´Toto’ Torres