ELN suspende paro armado en el Chocó: “Es la única manera de visibilizar la problemática del Chocó”

El Frente de Guerra Occidental Omar Gómez del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció la suspensión del paro armado en el Chocó, según un comunicado emitido en las últimas horas. La medida, que entró en vigor desde la medianoche, fue justificada por el grupo guerrillero debido a lo que consideran acciones conjuntas entre la Fuerza Pública y grupos paramilitares, que han generado un impacto directo en la población civil de la región.

“A través de un comunicado este frente del ELN hace el anuncio de esta suspensión del paro armado desde la media noche. Aseguran que los motivos de este paro fueron las acciones de la Fuerza Pública en alianza con los paramilitares lo que afecta directamente a la población civil y no se decretó por combates con el Clan del Golfo”, señala el comunicado.

El comunicado también hace referencia a la falta de reconocimiento por parte del Estado de las problemáticas que afectan al Chocó, especialmente en lo que respecta al desplazamiento forzado, el despojo de tierras y el saqueo de recursos naturales, todo ello en medio de intereses económicos que llegan a la región.

“El Frente de Guerra Occidental Omar Gómez sostiene que al Chocó hay que verlo desde sus realidades porque los intereses económicos llegan a la región a costa del desplazamiento, despojo a las comunidades y el saqueo de los recursos naturales”, indica el documento.

Asimismo, el ELN argumenta que los paros armados son la única manera de visibilizar la problemática del Chocó, asegurando que durante los cuatro días de paro no se presentaron incidentes en las comunidades afectadas.

El anuncio de la suspensión del paro armado se produce apenas unos días después de que el ELN y el Gobierno colombiano acordaran una nueva prórroga del alto el fuego, lo que evidencia la fragilidad de las negociaciones de paz entre ambas partes.

Por su parte, la Delegación de Diálogos del ELN ha manifestado en redes sociales su disposición a continuar con las negociaciones de paz, al tiempo que denuncia la presunta intención de grupos paramilitares, con el respaldo de las Fuerzas Armadas, de seguir con una “guerra contrainsurgente” para debilitar al ELN, lo que pondría en riesgo el alto el fuego pactado.

Estos acontecimientos se desarrollan en un contexto en el que el Gobierno colombiano mantiene conversaciones tanto con las disidencias de las FARC como con el ELN, a pesar de los desafíos que enfrenta para lograr avances significativos en el proceso de paz. La reciente muerte de un militar a manos de una disidencia de las FARC en la región de Nariño, así como la persistencia de actividades como los secuestros, ponen de manifiesto los obstáculos que aún persisten en el camino hacia la reconciliación y la estabilidad en Colombia.

Humberto ´Toto’ Torres