Merecido y necesario, así se podría catalogar la victoria embajadora ante América en uno de los clásicos de Colombia. Los embajadores llegaban urgidos de una victoria, pues desde la primera fecha no conocían lo que era ganar. Por su parte, América, que viene encontrando un modelo de juego y consolidando una nómina titular, aprovechó para corregir sobre la marcha y probar cómo es el funcionamiento del equipo, sin Adrián Ramos.
El ídolo escarlata se recupera de una lumbalgia mecánica, razón por la cual Farías se la jugó por el argentino Rodrigo Holgado, como la principal novedad del equipo. El otro cambio fue la salida del extremo Andrés Sarmiento; en su lugar jugó Ener Valencia, que conoce muy bien la grama del estadio El Campín, tras su paso por Independiente Santa Fe.
Millonarios contaba por primera vez en el campeonato con su dupla de centrales de gala; Juan Pablo Vargas fue la gran noticia en la nómina titular, Daniel Ruiz volvió a sumar minutos, y Jhon Lagarcha parece estar aprovechando las ausencias para consolidarse en el equipo.
El trámite del compromiso fue muy táctico, dos equipos que no daban ventajas y tampoco arriesgaban más allá de las posibilidades que su contrario les permitía.
Pocas oportunidades en la primera mitad, sin duda el equipo que más lo intentó fue Millonarios; sin embargo, Daniel Ruiz demostró que aún le cuesta llevar la responsabilidad de ser el único generador de juego. Se siente mejor con un jugador de sus características respaldándolo, el bogotano jugó suelto en la media cancha, a veces como interior y otras por fuera.
En Millonarios se destaca algo importante, que quizá tienen muy pocos equipos en Colombia, y es contar con una plantilla de jugadores integrales. Leonardo Castro, Giordana y Largacha, sin importar su posición, siempre dan una mano en marca, retrocediendo, presionando o sirviendo como relevo, se mantienen en la misma sinergia que sus compañeros cuando no se tiene la pelota.
Además, Millonarios cuenta con unos cambios de roles interesantes; cuando el equipo se desdobla en ataque, los pivotes Giraldo y Larry se convierten en volantes ofensivos y los centrales Llinás y Vargas en pivotes. Su posicionamiento se plasma en la media cancha como últimos hombres cortan y recuperan el balón, por medio de la anticipación y la agresividad, permitiéndole al equipo mantener el bloque adelantado y dándole gabela a sus compañeros para mantenerse como hombres de ataque.
En el inicio del segundo tiempo, Millonarios fue una avalancha, intensidad y fútbol ofensivo en estado puro. Sometieron a América, que cada vez jugaba más cerca del portero Joel Graterol. El gol llegó al minuto 58 en medio de una polémica, debido a la dudosa posición de Leonardo Castro.
Para el juez y el VAR, estaba en posición legítima, aun así la cámara y ángulo que otorga el VAR al trazar las líneas, Leonardo parece estar milimétricamente adelantado.
Cesar Farías, entrenador de América, destacó el hecho de competir ante el mejor equipo en Colombia y recalcó que tiene confianza en el equipo. Aseveró que América va a dar de qué hablar internacionalmente.
Millonarios llegó a 9 juegos sin perder ante América en casa; además, la victoria le permitió llegar a 8 puntos y escalar a la tercera casilla del campeonato.