Las tensiones en Corea del Norte se intensifican, ya que el líder norcoreano, Kim Jong Un, anunció este lunes su intención de retirar un colosal monumento a la posible reunificación de la Península de Corea, erigido por su padre en Pyongyang, describiéndolo como un “monstruo a la vista”.
El pronunciamiento de Kim, realizado durante un discurso en una sesión de la Asamblea Popular Suprema (SPA) en Pyongyang, se suma a una serie de declaraciones agresivas recientes, incluida su afirmación de fin de año de poner fin a la política de búsqueda de reconciliación con Corea del Sur.
En las últimas semanas, Corea del Norte ha demostrado actividad militar, disparando cientos de proyectiles de artillería hacia aguas cercanas a una frontera en disputa con Corea del Sur y probando un misil balístico con un vehículo de planeo hipersónico.
Además de ordenar la eliminación del monumento a la reunificación, Kim anunció la abolición de todas las agencias encargadas de promover la cooperación con Seúl, al tiempo que catalogó al Sur como el “enemigo principal e invariable” del Norte. La retórica del líder norcoreano es contundente; la decisión de destruir una estructura simbólica construida por su padre, Kim Jong Il, que representa los principios de su abuelo Kim Il Sung, indica un cambio significativo en décadas de política norcoreana, según expertos.
Aunque técnicamente el Norte y el Sur están en guerra, ambas partes han declarado durante mucho tiempo su objetivo final de reunificar pacíficamente la península y considerarse mutuamente como miembros de la misma familia.
La reciente retórica de Kim se aparta del objetivo de reunificación y, en cambio, presenta a Corea del Sur como un enemigo implacable. El Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional, un imponente arco de nueve pisos que se encuentra a lo largo de la Carretera de la Reunificación entre Pyongyang y la zona desmilitarizada que separa el Norte y el Sur, simboliza los esfuerzos de Kim Jong Il y Kim Il Sung para establecer directrices unificadoras entre ambas Coreas. Construido en 2001 tras dos años de trabajo, representa la voluntad de reunir a las dos naciones.
Sin embargo, el mensaje claro de Kim Jong Un es la terminación enfática del pensamiento sobre la reunificación. “Debemos eliminar por completo el monstruoso ‘Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional’… y tomar otras medidas para eliminar por completo conceptos como ‘reunificación’, ‘reconciliación’ y ‘compatriotas’ de la historia nacional de nuestra república”, afirmó Kim según KCNA.
El líder norcoreano advirtió sobre el peligro inminente de una guerra originada por un conflicto físico, comprometiéndose a tomar toda la península por la fuerza en caso de un conflicto bélico.
En respuesta, el líder surcoreano Yoon Suk Yeol afirmó este martes que su gobierno no se dejará intimidar por las amenazas de Kim. “Si Corea del Norte provoca, los castigaremos mucho más duro”, declaró Yoon durante una reunión del Gabinete en Seúl. Yoon criticó la declaración de Kim que considera ilegal la Línea Límite Norte (LNL), una frontera de facto trazada por las Naciones Unidas al finalizar la Guerra de Corea en 1953. Además, Yoon calificó el rechazo de Kim a la LNL como “un acto de provocación política para debilitar a Corea del Sur y poner nervioso a nuestro pueblo”.
Yoon, adoptando una postura más firme hacia Corea del Norte que sus predecesores, subrayó que la disputa del Sur es con el régimen de Kim, no con el pueblo norcoreano. Aseguró que el gobierno brindará atención y apoyo sin restricciones para la exitosa integración de los desertores en la sociedad surcoreana.
Paola Martínez Burgos