Terremoto en China: más de un centenar de víctimas mortales y colapso en los servicios básicos

Al menos 111 personas murieron y más de 200 resultaron heridas a causa de un devastador terremoto de magnitud 6,2 que sacudió la provincia china de Gansu el lunes 18 de diciembre. Este evento telúrico, con epicentro en la frontera entre las provincias de Gansu y Qinghai, desencadenó una urgente movilización de equipos de rescate y recursos por parte del Gobierno.

El Consejo de Estado, junto con el Ministerio de Gestión de Emergencias, ha lanzado una respuesta de nivel II a la catástrofe, enfocándose en el condado de Jishisan en Gansu y la ciudad de Haidong en Qinghai, áreas particularmente afectadas por el desastre. Los informes oficiales indican que al menos un centenar de vidas se perdieron en Gansu, mientras que otras once personas fallecieron en Qinghai, sumando un total de 116 víctimas mortales, otros medios informan que la cifra aumentará con el pasar de las horas.

El presidente chino, Xi Jinping, ha instado a no escatimar esfuerzos en las tareas de búsqueda, rescate y atención a los damnificados. En respuesta a la emergencia, el Gobierno ha asignado 200 millones de yuanes, aproximadamente 28 millones de dólares, para las labores de rescate y auxilio, con 150 millones destinados a Gansu y 50 millones a Qinghai.

Además de la pérdida humana, la infraestructura vital como el suministro de agua, electricidad, comunicaciones y transporte ha sufrido graves daños. Los servicios ferroviarios de pasajeros y transporte de carga permanecen suspendidos en la zona afectada.

El despliegue de recursos es considerable: se han movilizado 1.440 bomberos a la zona del desastre, mientras que otros 1.603, provenientes de la región afectada y provincias vecinas, están preparados para intervenir si la situación lo requiere, según informes del diario China Daily.

Mientras los equipos de emergencia y rescate trabajan incansablemente en la evaluación de daños en infraestructuras y viviendas, se reporta una situación alarmante en las áreas afectadas. A pesar de los esfuerzos, aún no se ha difundido una valoración oficial de los estragos causados por el terremoto.

El impacto de esta tragedia se vio agravado horas después, cuando otro sismo, esta vez de magnitud 5,5, sacudió la región de Xinjiang, en el noroeste de China. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas por este evento telúrico, aunque la incertidumbre y la tensión persisten en la región tras la devastación causada por el terremoto en Gansu.

La nación está inmersa en una situación de emergencia, con una respuesta en curso que abarca desde el despliegue masivo de recursos hasta la urgencia por atender las necesidades inmediatas de los afectados por estos desastres naturales.

Humberto ‘Toto’ Torres