La ciudad de Cali se ve envuelta en un revuelo tras las acusaciones de abuso sexual que apuntan directamente al Secretario de Cultura, Brayan Stive Hurtado. Estas denuncias, presentadas ante la Fiscalía General de la Nación, relatan un presunto incidente que tuvo lugar durante una celebración de cumpleaños en la finca Lago Calima el pasado 17 de septiembre.
Según el testimonio recopilado en la denuncia, una mujer afirma haber sido objeto de abuso por parte de Hurtado en un evento donde, presuntamente, se aprovechó de su estado de embriaguez para realizar conductas inapropiadas y agresivas.
En sus palabras, mencionó que “tocó mis partes íntimas de manera reiterada, sin mi aprobación, aprovechando mi estado de embriaguez, situación que fue evidenciada por otras personas que se encontraban en el lugar; posteriormente, y después de múltiples acosos y pese a mis intentos de retirarme del lugar con ocasión de la incomodidad que me estaba causando con su actuar, de manera agresiva impidió que me fuera de la finca”.
Estos señalamientos han desencadenado una respuesta inmediata por parte del alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, quien solicitó de manera urgente la renuncia del Secretario de Cultura. Ospina, manifestándose a través de sus redes sociales, expresó su desconocimiento previo de los incidentes, destacando que fue informado recientemente por una periodista.
Además, hizo hincapié en que la renuncia del funcionario se solicita en consideración a la dignidad humana y al respeto hacia las mujeres, subrayando la importancia de permitir que las autoridades realicen las investigaciones pertinentes antes de cualquier juicio público.
La reacción ciudadana no se ha hecho esperar. El veedor ciudadano, Camilo Chará, ha destacado la valentía de la víctima al instaurar la denuncia tanto en la Fiscalía como en la Personería de Cali. Sin embargo, ha expresado su preocupación por la supuesta reunión entre el alcalde y el Secretario de Cultura tras conocer los rumores, lo que sugiere posibles interferencias en el proceso de investigación.
Este escándalo, que ha resonado fuertemente en la comunidad, plantea interrogantes sobre la integridad de los funcionarios públicos y la responsabilidad de las instituciones en la protección de los derechos y la dignidad de las personas. A medida que la investigación avanza, la incertidumbre y la preocupación persisten en la ciudadanía, mientras se espera una respuesta clara y transparente por parte de las autoridades para esclarecer este delicado asunto que ha generado conmoción en Cali.
Humberto ‘Toto’ Torres