Chile ha vuelto a ser testigo de un rechazo contundente hacia la propuesta de una nueva Constitución en un referendo que refleja la polarización política y la complejidad de alcanzar consensos en el proceso constituyente. Con más del 90% de los centros de votación escrutados, los resultados arrojan un 55,68% en contra y un 44,32% a favor. Este rechazo a una Carta Magna más conservadora se convierte en el segundo en poco más de un año, subrayando la división y las dificultades para alcanzar un acuerdo sobre el rumbo constitucional del país.
El presidente Gabriel Boric, en su reconocimiento de la división y la incapacidad de alcanzar un consenso constitucional, anunció que Chile seguirá con la Constitución vigente. Esta decisión cierra el proceso constituyente en este mandato, evidenciando la complejidad de una situación que ha enfrentado dos propuestas antagónicas para definir el futuro del país.
La propuesta rechazada, más conservadora que la actual Constitución, planteaba medidas polémicas que generaron un intenso debate. Desde una postura restrictiva sobre la migración irregular hasta la revisión de leyes, como la del aborto, este texto, liderado por sectores conservadores, fue visto por muchos como un retroceso en términos de derechos y progresividad.
El contexto de este rechazo no solo evidencia la complejidad política en Chile, sino también un marcado agotamiento y apatía de parte de la población, destacado por la alta solicitud de dispensas para evitar participar en el referendo.
El resultado marca un punto de inflexión para la derecha y extrema derecha de cara a futuras elecciones, siendo un giro significativo en la dinámica política del país. José Antonio Kast, líder del Partido Republicano de ultraderecha y quien lideró la nueva propuesta, admitió la derrota.
El camino hacia una nueva Constitución en Chile se convierte así en un desafío persistente, con divisiones ideológicas profundas que dificultan la búsqueda de un consenso que refleje la diversidad y las necesidades de toda la nación.
Este nuevo rechazo constitucional se enmarca en un contexto de reclamos sociales desde el estallido del 2019 contra las desigualdades. La revisión de la Constitución vigente se había acordado como respuesta a este movimiento, pero los resultados de los referendos muestran la complejidad de encontrar un texto que represente a la diversa sociedad chilena.
La alta participación en este segundo referendo, junto con el aumento notable de solicitudes de dispensa, resalta una especie de fatiga o desencanto electoral entre los chilenos, quienes muestran un cansancio en este proceso de definición constitucional.
Esta situación también se convierte en un factor clave para el futuro político del país, ya que diversos sectores políticos y sociales reevalúan sus estrategias y posicionamientos de cara a próximas elecciones.
En resumen, el rechazo a esta propuesta constitucional marca una etapa en el devenir político de Chile, planteando desafíos significativos en la construcción de un consenso amplio y representativo para definir el marco legal y social del país en los años venideros.
Humberto ‘Toto’ Torres