Un creador de YouTube de 30 años y exatleta olímpico fue sentenciado esta semana a seis meses en una prisión federal por organizar un accidente de avioneta para obtener clics en redes sociales.
Todo comenzó el 24 de diciembre de 2021 cuando Trevor Daniel Jacob decidió hacer un particular video para su canal de YouTube. “Mi avión se ha estrellado”, era el título. Este hombre saltó de su avioneta en Estados Unidos con un paracaídas, manifestando que había sufrido un desperfecto grave y no tenía otra manera de salvarse.
La idea del snowboarder olímpico era dirigirse a un pueblo para homenajear a su amigo fallecido, allí haría deportes extremos en su honor y luego esparciría sus cenizas. Jacob despegó con su avioneta del Aeropuerto de Lompoc, ubicado en el condado de Santa Bárbara. Y fue allí donde, según él declaró: “Durante el viaje experimenté una falla del motor”, cuando pilotaba el aeroplano Taylorcraft BL-65 1940. Según se puede observar a través de la filmación, él empezó a insultar.
@thesun This is the moment a YouTuber deliberately crashes a plane for clicks after pretending the engine had failed as he faces 20 years in jail 🎥: YouTube: TrevorJacob #fyp #shocking #plane #news #viral #viralvideo #california #airplane #foryoupage ♬ original sound – The Sun
En abril de 2022, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su sigla en inglés) avisó a Jacob que le revocaron su licencia profesional de piloto. En mayo, la Fiscalía del Distrito Central de California emitió un comunicado en su página web: informó que Jacob confesó haber mentido.
Algunos espectadores sospecharon del truco, con una serie de comentarios que señalaron que Jacob ya llevaba un paracaídas, no hizo ningún intento de planear el avión a una zona de aterrizaje segura y se llevó una cámara y un palo para selfies cuando abandonó el avión.
Posteriormente, Jacob admitió haber estrellado intencionalmente su avión, que estaba equipado con múltiples cámaras para capturar su desaparición en video, en noviembre de 2021, dijeron fiscales federales de California en un comunicado de prensa.
Por otra parte, de acuerdo al comunicado, el joven reconoció haber destruido los restos de la avioneta a propósito para entorpecer la investigación sobre el incidente. “Jacob aceptó declararse culpable de un cargo de destrucción y ocultación con la intención de obstruir una investigación federal”, anunció la fiscalía.
Según los fiscales, días después del accidente le dijeron a Jacob que preservara el sitio e informara a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte dónde estaba. En cambio, encontró el lugar del accidente y el 10 de diciembre de 2021 utilizó un helicóptero para sacar los restos del Bosque Nacional Los Padres. Luego, poco a poco, desmanteló y se deshizo de los restos en un intento de frustrar la investigación federal, aseguraron los fiscales.
La defensa de Jacob solicitó que fuera sentenciado a libertad condicional en lugar de prisión, y escribieron en documentos judiciales que el snowboarder estaba “viviendo solo en su percha” durante el apogeo de la pandemia de coronavirus y tomó una “serie de malas decisiones que culminaron en el delito del cual se ha declarado culpable”.
Los fiscales argumentaron que una sentencia de prisión es “necesaria para evitar que otros intenten este tipo de truco”.
Esta clase de situaciones pone sobre la mesa la preocupación sobre los jóvenes que están dispuestos a arriesgar la vida por unos cuantos likes. Algunos casos han terminado con consecuencias fatales, como es el caso de Kubra Dogan en Estambul, Turquía, una influencer que estaba grabando en un tejado y cayó al vacío falleciendo al instante. Wu Yongning, quien tomaba fotos arriesgadas en rascacielos sin ninguna protección, perdió la vida luego de resbalar realizando una de sus hazañas.
Estos, entre otros casos, dejan al descubierto el afán por llamar la atención del público, y aún más cuando empresas patrocinan este tipo de acciones e impulsan “sin querer” que se arriesguen por más seguidores para sus redes sociales y han muerto en el intento.
Paola Martínez