Ayer, 3 de diciembre, durante el proceso del referendo, se alcanzó un respaldo de 10.554.320 votos por parte de los venezolanos. Este respaldo apoyó la creación de un nuevo estado en la disputada zona del Esequibo con Guyana, así como la anexión de esta región al mapa de Venezuela, en un ejercicio consultivo no vinculante, según informó el Consejo Nacional Electoral (CNE). A pesar de ello, se notó una escasa afluencia en las mesas de votación durante la jornada.
Venezuela votó este domingo en un polémico referendo sobre el Esequibo, un territorio de cerca de 160.000 kilómetros cuadrados y rico en petróleo, que disputa con Guyana.
La jornada, que transcurrió con tranquilidad, se prolongó dos horas más por decisión de la autoridad electoral, que anunció que el ‘sí’ ganó en las cinco preguntas planteadas, con más del 95 % de apoyo.
Casi el 96% de los venezolanos que se sumaron al referendo apoyaron la quinta pregunta. ¿Qué decía esa pregunta? Básicamente si estaban de acuerdo o no con meter al mapa nacional esa zona en disputa con Guyana y formar una nueva región llamada Guayana Esequiba. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no soltó la cifra de cuántos se abstuvieron, pero el ‘sí’ se llevó la mayoría abrumadora en esa interrogante.
Es “una evidente y abrumadora victoria del ‘Sí’ en este referendo consultivo por el Esequibo”, afirmó el presidente del CNE, Elvis Amoroso, quien dijo que hubo más de 10,5 millones de votos -de 20,7 millones de personas que estaban convocadas a las urnas-, pese a que durante la jornada se registraron reportes de baja afluencia en los centros de votación.
La demarcación en disputa es rica en combustibles y minerales, representa casi un 70% del territorio guyanés y alberga a más de un octavo de la población total del país caribeño, a la que Venezuela ha prometido “otorgar la nacionalidad venezolana”.
Dentro de la consulta popular, que no tiene lazos legales directos y constaba de cinco interrogantes, se planteaba una que rechazaba la autoridad de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para determinar la soberanía sobre el área en conflicto. Expertos en política y seguridad han descrito este referendo como un gesto de poder por parte del presidente Nicolás Maduro, considerándolo un respaldo a su administración en la antesala de las elecciones presidenciales proyectadas para 2024.
En este referendo, respaldado tanto por el chavismo como por una facción de la oposición, los ciudadanos venezolanos, en un 95,94%, expresaron su rechazo rotundo a la intención de Guyana, quien administra el territorio en disputa, de tomar decisiones unilaterales respecto a las aguas que Venezuela aún considera pendientes de definición. Los votantes mostraron su acuerdo inequívoco en oponerse “por todos los medios” a esta acción.
Asimismo, el 95,40 % de los votantes respaldó la idea de “no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia” (CIJ) en esta controversia, la cual está siendo dirimida en ese tribunal desde 2018.
Además, el 98,11 % apoyó, como defiende el Gobierno, el Acuerdo de Ginebra como el “único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución” en este pleito, en alusión al documento firmado en 1966, según el cual las partes se comprometen a encontrar un desenlace “satisfactorio” para ambas naciones a través de negociaciones directas.
Mientras, un 97,83 % rechazó, “por todos los medios”, el Laudo Arbitral de París, el argumento jurídico de Guyana en la disputa y el que ha definido las fronteras actuales desde 1899, tiempo en el que Venezuela no ha controlado el territorio bajo pleito.
Tras los resultados del referendo no vinculante en el país, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela y uno de los primeros en sufragar el domingo, proclamó el inicio de una etapa renovada y “poderosa” en el conflicto territorial con Guyana.
“Hoy el pueblo habló duro, alto y claro y vamos a iniciar una nueva etapa, poderosa, porque llevamos el mandato del pueblo, llevamos la voz del pueblo”, sostuvo el mandatario, frente a una multitud, minutos después de que el Consejo Nacional Electoral anunciara los resultados de la consulta, que cerró con 10.554.320 votos.
La votación de esta jornada siguió adelante, a pesar de que el pasado viernes 1 de diciembre la Corte Internacional de Justicia ordenó a Venezuela abstenerse de tomar medidas que agraven el desacuerdo sobre el Esequibo.
Aunque el viernes este tribunal de La Haya no pidió directamente cancelar la consulta, sí urgió a las autoridades de Venezuela no tomar ninguna medida que pueda alterar el litigio sobre ese territorio.
La jueza Joan E. Donoghue, presidenta de la CIJ dijo: “Por unanimidad, en espera de una decisión final en el caso, la República Bolivariana de Venezuela se abstendrá de tomar cualquier acción que modifique la situación que actualmente prevalece en el territorio, por el cual la cooperativa La República de Guyana administra y ejerce control sobre esa zona”,.
El pronunciamiento llegó después de que Guyana pidiera a ese órgano de Justicia internacional, que este año se declaró competente para pronunciarse sobre el caso, tomar medidas para “bloquear” el referendo.