El presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa se vieron envueltos en un nuevo enfrentamiento verbal que escaló rápidamente, generando advertencias futuras de posibles investigaciones al Jefe de Estado y acusaciones de colaboración con las mafias desde la Fiscalía.
El desencuentro se centró en la investigación contra el director del CTI de Buenaventura por sus supuestos lazos con grupos de narcotraficantes. Petro cuestionó en sus redes sociales: “Mis preguntas son si existía desde hace meses conversaciones amistosas entre el jefe del CTI de Buenaventura y un narcotraficante, ¿por qué sigue en el cargo?, ¿por qué lo protegieron?, ¿cuánta cocaína se ha exportado usando ese cargo de la Fiscalía?”.
La respuesta del fiscal Barbosa no se hizo esperar: “Si el presidente quiere un enfrentamiento con la institucionalidad colombiana, yo estoy listo a darlo en cualquier momento”, desafiando al estilo de un duelo. Además, Barbosa insinuó que los señalamientos tienen relación con el proceso que enfrenta su hijo.
Barbosa incluso mencionó a la vicefiscal Marta Mancera, sugiriendo que los ataques buscan afectarla por el caso de su hijo. Afirmó: “Hay que acabar a la vicefiscal general de la Nación, que es la responsable de que el hijo esté en este momento en una acusación, fue la señora del hijo la que lo denunció”.
La investigación del director del CTI de Buenaventura se anunció tras una denuncia periodística que reveló presuntos vínculos con narcotraficantes en el Valle de Cauca. Agentes de la Fiscalía aseguraron su participación en operaciones de tráfico de estupefacientes y armas, acusándolo de usar su posición para favorecer a criminales, mientras que a Mancera la señalan por no haber atendido las alertas.
Posteriormente, Petro volvió a la carga sin mencionar directamente a la Fiscalía: “Un punto fundamental de un gran acuerdo nacional es que todas las instituciones se separen de las mafias y la criminalidad”.
En respuesta, la Fiscalía emitió un comunicado anunciando la apertura de una investigación para indagar sobre posibles conductas delictivas en lo que llamó una “lucha contra la corrupción interna”.