Cuando el Sistema Solar aún era joven, un objeto gigante del tamaño de Marte se estrelló contra la Tierra. Con el impacto, el trozo más grande que se desprendió de la Tierra primitiva formó la Luna. Pero exactamente cuándo sucedió esto sigue siendo un misterio. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Geochemical Perspectives Letters, y recogido por Eurekalert, revela la “verdadera” antigüedad de la Luna. Hemos contado mal la edad de la Luna, es 40 millones de años más antigua de lo que creían los científicos.
Para conseguir este hallazgo, los investigadores utilizaron cristales traídos de la Luna por los astronautas del Apolo en 1972 para ayudar a determinar con precisión el momento de la formación de la Luna. Su descubrimiento retrasa la edad de la Luna en 40 millones de años, hasta al menos 4.460 millones de años.
“Estos cristales son los sólidos más antiguos conocidos que se formaron después del impacto gigante. Y como sabemos la edad de estos cristales, sirven como ancla para la cronología lunar”, explica Philipp Heck, curador de meteoritos y estudios polares Robert A. Pritzker del Museo Field y director senior del Centro de Investigación Interactiva Negaunee, un profesor de la Universidad de Chicago y autor principal del estudio.
El descubrimiento nació del trabajo de Heck con la autora principal del estudio, Jennika Greer, cuando era candidata a doctorado en el Museo Field y la Universidad de Chicago. “Nuestros coautores, Bidong Zhang y Audrey Bouvier, se acercaron a nosotros y necesitaron una mirada a nanoescala a estas muestras para comprenderlas completamente”, dice Greer, quien ahora es investigador asociado en la Universidad de Glasgow.
Cristales “reveladores”
La muestra de polvo lunar utilizada en el estudio fue traída por los astronautas del Apolo 17 en la última misión tripulada a la Luna en 1972. Este polvo contiene pequeños cristales que se formaron hace miles de millones de años. Estos cristales son una señal reveladora de cuándo se debió formar la Luna.
Cuando el objeto del tamaño de Marte chocó contra la Tierra y formó la Luna, la energía del impacto derritió la roca que eventualmente se convirtió en la superficie de la Luna. “Cuando la superficie se fundía así, los cristales de circón no podían formarse ni sobrevivir.
Por lo tanto, los cristales en la superficie de la Luna deben haberse formado después de que este océano de magma lunar se enfrió”, argumenta Heck. “De lo contrario, se habrían derretido y sus firmas químicas se habrían borrado”.
Parte de la Luna más antigua encontrada
“Es sorprendente poder tener pruebas de que la roca que tienes en las manos es la parte de la Luna más antigua que hemos encontrado hasta ahora. Es un punto de anclaje para tantas preguntas sobre la Tierra. Cuando sabes la antigüedad de algo, puedes comprender mejor qué le ha sucedido a lo largo de su historia”, afirma Greer.
Es importante saber cuándo se formó la Luna, dice Heck, porque “la Luna es un socio importante en nuestro sistema planetario: estabiliza el eje de rotación de la Tierra, es la razón por la que el día tiene 24 horas, es la razón por la que tenemos mareas”. Sin la Luna, la vida en la Tierra sería diferente. Es una parte de nuestro sistema natural que queremos comprender mejor, y nuestro estudio proporciona una pequeña pieza del rompecabezas en ese panorama completo.