En un evento que ha sacudido la percepción de seguridad en la región, el grupo militante islamista Hamás logró burlar uno de los sistemas de defensa más avanzados del mundo, la “Cúpula de Hierro” de Israel, y lanzó más de 2.000 cohetes contra su territorio el 7 de octubre. Este acontecimiento ha dejado al descubierto un aspecto inquietante: el papel central que las criptomonedas desempeñaron en el financiamiento del ataque.
Dado que Hamás enfrenta sanciones internacionales y está excluido del sistema bancario global, las criptomonedas se han convertido en un vehículo fundamental para el grupo terrorista. Informes recientes revelan que Hamás recibió la asombrosa suma de 41 millones de dólares en criptomonedas entre agosto de 2021 y junio de 2023. La Yihad Islámica Palestina, un actor clave en el ataque, también se benefició de 93 millones en criptomonedas, según la empresa de análisis Elliptic, con sede en Londres.
Las transferencias se realizaron en diversas criptomonedas, incluyendo bitcoins, Tether y dogecoin, una moneda que comenzó como una parodia. Además, algunas de estas organizaciones están involucradas en la minería de criptomonedas, lo que les permite ganar dinero a través del mantenimiento de las redes que respaldan estas divisas digitales.
La situación se agrava debido al aislamiento de Gaza, que ha sido objeto de bloqueos por parte de Israel y Egipto, limitando el flujo de bienes y personas. En este contexto, Hamás ha buscado financiación de diversas fuentes, y las criptomonedas han demostrado ser una vía eficaz para eludir las sanciones internacionales.
Irán, según Estados Unidos, proporciona alrededor de 100 millones de dólares anuales a Hamás y grupos terroristas afines. Además, Qatar y Turquía también han respaldado financieramente al grupo.
El problema del financiamiento del terrorismo a través de criptomonedas no es nuevo. En 2019, las Brigadas al-Qassam, el ala militar de Hamás, solicitaban a sus seguidores que enviaran bitcoins para financiar su causa. Este episodio revela que las criptomonedas se han convertido en una herramienta de financiación importante y desafiante de controlar.
Sin embargo, a pesar de esta vía de financiamiento, en abril de 2023, Hamás anunció que dejaría de recaudar fondos en bitcoins debido a los crecientes esfuerzos para combatir su uso con fines ilegales. A pesar de esto, las criptomonedas continúan siendo una preocupación importante en la lucha contra el financiamiento del terrorismo.
Tras el ataque del 7 de octubre, las autoridades israelíes tomaron medidas enérgicas, congelando varias cuentas de criptomonedas vinculadas a Hamás. La cooperación con el exchange de criptomonedas Binance fue esencial en este proceso, aunque este mismo exchange está bajo escrutinio debido a su posible papel en el lavado de dinero y el apoyo indirecto al terrorismo.
Las Naciones Unidas estiman que las criptomonedas representan el 20% de la financiación del terrorismo a nivel mundial. Este hecho ha reavivado la preocupación en torno al uso de las criptomonedas en actividades ilegales y subraya la necesidad de una regulación más sólida en el ámbito de las criptomonedas.
La senadora estadounidense Elizabeth Warren expresó su alarma ante la situación, destacando que “las criptomonedas son el arma financiera no tan secreta que financia a organizaciones terroristas como Hamás, las redes chinas del fentanilo y el programa de misiles de Corea del Norte”. La lucha contra el financiamiento del terrorismo a través de criptomonedas es un desafío global que exige una acción coordinada y efectiva.
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