La Habana, Cuba, se prepara para acoger la histórica Cumbre del Grupo de los 77 y China, o G77+China, que se llevará a cabo los días 15 y 16 de septiembre. Este evento reunirá la representación de cerca del 80% de la población mundial y dos tercios de los países miembros de las Naciones Unidas, convirtiéndo en un foro de gran relevancia en la diplomacia internacional.
En el marco de esta cumbre, representantes de más de 134 países del Sur Global se reunirán para discutir temas cruciales relacionados con el desarrollo, la ciencia y la tecnología. El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, quien preside el G77+China, ha convocado a esta reunión con el lema “Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación”, subrayando la importancia de la cooperación en estos campos.
Esta cumbre se considera una victoria diplomática para Cuba, ya que es la primera vez en la historia que el país asume el papel de presidente pro témpore del G77+China, lo que le otorga la responsabilidad de coordinar y representar a sus miembros durante un año. A pesar de las dificultades económicas que enfrenta Cuba, las autoridades son optimistas y esperan lograr acuerdos que promuevan una “reforma de la arquitectura financiera internacional” y la “eliminación urgente de medidas coercitivas unilaterales”, así como la creación de un “nuevo orden económico internacional”.
La participación en esta cumbre es diversa e incluye a líderes de América Latina, África, el sur de Asia y Oriente Medio. Destacan nombres como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Alberto Fernández de Argentina y Gustavo Petro de Colombia, entre otros. Además, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, también estará presente y pronunciará un discurso en la ceremonia inaugural.
El Grupo de los 77 y China, que cumple casi seis décadas desde su fundación en 1964, continúa promoviendo los intereses económicos del Sur Global y representa una parte significativa de la población mundial. Esta cumbre será una oportunidad para discutir cuestiones globales como el medio ambiente, el orden económico mundial y la situación en Ucrania, en un contexto de tensiones internacionales.
La diplomacia cubana ha demostrado su capacidad estratégica al organizar este evento en un momento en que las relaciones internacionales están marcadas por desafíos y tensiones entre las principales potencias. La Cumbre del G77+China en Cuba se presenta como un espacio crucial para el diálogo y la cooperación global en busca de soluciones a los problemas que afectan al Sur Global y al mundo en su conjunto.
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