Según la ONG, los grupos médicos y humanitarios no dan abasto para atender los problemas médicos y mentales de quienes atraviesan el paso fronterizo en la selva del Darién.
Sigue preocupando a las organizaciones humanitarias y de derechos humanos internacionales la crisis migratoria entre Colombia y Panamá. Son miles de personas las que cruzan cada semana las selvas del Tapón del Darién, ubicada entre ambos países, con el objetivo de llegar a Estados Unidos para conseguir una mejor calidad de vida.
La emergencia que se presenta en los dos extremos que conectan este paso selvático es insostenible. Tanto así, que las autoridades panameñas consideran cerrar esta frontera terrestre con Colombia, con el fin de contener la crisis humanitaria que sigue en aumento.
Por el lado colombiano, la situación no es diferente, y es que la Defensoría del Pueblo alertó la semana pasada un aumento exponencial en la llegada de migrantes en lo que va corrido de este 2023. Según estableció la entidad, a través de la base en los datos del Servicio Nacional de Fronteras panameño, SENAFRONT, en el primer semestre del año en curso, cruzaron la frontera más de 196.371 migrantes de origen venezolano, haitiano, ecuatoriano, chino e indio, entre los que se incluyen niños y adolescentes.
“Las organizaciones humanitarias no damos abasto ante el incremento de personas que llegan a diario. En las últimas semanas hemos tenido días de hasta 3.000 migrantes en un solo punto”, aseguró el coordinador de terreno de MSF en el Darién panameño, indicó la ONG en un comunicado.
https://www.msf.es/noticia/cada-vez-mas-vulnerables-migrantes-darien
En lo que va del mes de agosto, más de 50.000 personas han atravesado el Tapón del Darién, y en este año ha rebasado las cifras de años previos. Estamos hablando de que son más de 260.000 migrantes, principalmente de origen venezolano, los que han emprendido esta ruta hacia Norteamérica.
“Son más de 2.000 personas que a diario se ven forzadas a enfrentar riesgos como lesiones y ahogamientos por las condiciones geográficas, robos, agresiones y violencia sexual por cuenta de las bandas criminales. Luego, a su llegada a Panamá, no encuentran la atención que necesitan”, alertó MSF.
Médicos Sin Fronteras-MSF atiende a los migrantes cuando llegan a las poblaciones en Panamá, al otro lado de la selva, donde la mayoría llega con algún tipo de afección, ya sea heridas en la piel y afectaciones musculares ante la tediosa travesía, diarreas y enfermedades por beber agua contaminada o problemas de salud mental por la violencia en la ruta.
A su vez, la Organización alerta que las Estaciones Temporales de Recepción Migratoria (ETRM) tienen hacinamiento, debido al alto número de personas que están cruzando. MSF ha atendido en los siete primeros meses de 2023 más de 36.000 consultas médicas y ha atendido a 673 mujeres embarazadas y cerca de 200 personas sobrevivientes de violencia sexual.
Asimismo, otras organizaciones que también atienden en los puntos de asistencia están colapsadas, alerta MSF, por lo que hacen un llamado tanto a donantes como a la comunidad humanitaria a multiplicar los esfuerzos y a los gobiernos de Panamá y Colombia para desarrollar aquellas acciones que aseguren una ruta segura a la población migrante y con el fin de brindar accesibilidad en servicios básicos.
Juan Camilo Joya