El Centro Nacional de Huracanes ha informado en su más reciente actualización que el huracán Idalia ha ganado intensidad y ahora se encuentra en la categoría 4, en una escala de 5. Esto sucedió durante la madrugada del miércoles 30 de agosto, mientras el huracán se dirige hacia la región de Big Bend, en Florida. Las autoridades advierten sobre el riesgo de “intensas lluvias y marejadas ciclónicas catastróficas” a medida que el fenómeno climático se acerca a la costa.
El gobernador del estado, Ron DeSantis, tomó medidas preventivas y declaró el estado de emergencia en 46 condados. Esta decisión también ha sido adoptada por Carolina del Sur, Carolina del Norte y Georgia. En medio de la creciente preocupación, gran parte de Florida se encuentra bajo alerta, mientras los residentes se preparan para la llegada de Idalia.
El huracán ha fortalecido sus vientos, alcanzando velocidades sostenidas de hasta 209 kilómetros por hora. El Centro Nacional de Huracanes, con base en Miami, advierte sobre la posibilidad de “impactos devastadores” en las zonas afectadas.
El CNH comunicó: “Idalia se ha convertido en un huracán de categoría 4 extremadamente peligroso y se acerca a tocar tierra en la región de Big Bend de Florida esta mañana. Se esperan impactos catastróficos y potencialmente mortales, debido a marejadas ciclónicas y vientos a medida que Idalia llegue a tierra”.
Las previsiones sugieren que Idalia tocará tierra en el noroeste de Florida, entre Tallahassee y Tampa. Se espera que esta llegada genere marejadas ciclónicas sin precedentes, con niveles de tres a cuatro metros en el área de Big Bend y de uno a dos metros en la zona de Tampa Bay.
Robbie Berg, especialista en huracanes del Centro Nacional de Huracanes en Miami, advirtió sobre la magnitud de la amenaza: “En este momento, el mayor peligro son las marejadas ciclónicas (…) Esperamos un aumento de hasta 8 a 12 pies por encima de los niveles normales de marea en partes del área de Big Bend en Florida”.
Ante esta situación crítica, el estado de Florida ha movilizado a 1,100 miembros de la Guardia Nacional, junto con 2,400 vehículos de alta mar y 12 aviones para llevar a cabo tareas de rescate y recuperación.
El presidente Joe Biden ha estado en contacto con el gobernador DeSantis para coordinar esfuerzos de respuesta y apoyo. Biden comentó: “Hablé con el Gobernador Ron Desantis anoche. Le estamos proporcionando todo lo que pueda necesitar. Estamos en contacto constante, tuve al Director de la FEMA aquí hoy, antes hablando de ello”.
En otra parte, el estado de Carolina del Sur ha declarado el estado de emergencia, anticipándose a la llegada del poderoso huracán Idalia. El gobernador Henry McMaster tomó esta medida preventiva ante los posibles impactos de la tormenta que continúa fortaleciéndose en el Golfo de México.
Mientras los habitantes de Florida y estados cercanos se preparan para la llegada inminente del huracán, en Cuba, la tormenta Idalia ya ha dejado su huella. La tormenta permaneció estacionaria cerca del extremo occidental de la isla, causando estragos con árboles derribados e inundaciones en pueblos costeros.
Los efectos de Idalia se hicieron sentir en Pinar del Río, donde dejó a unos 186,000 clientes sin electricidad, equivalente al 60% de la provincia. Artemisa, una provincia vecina, también sufrió con 117,434 clientes afectados, representando el 80% de la provincia. En la capital, La Habana, 47,980 consumidores reportaron problemas de suministro eléctrico. En la Isla de la Juventud, 4,326 personas quedaron sin electricidad en el sur de Cuba.
El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) indicó que, aunque Idalia se aleje del territorio cubano, la probabilidad de lluvias fuertes e intensas en la región occidental permanece alta durante las próximas horas. Las autoridades cubanas también alertaron sobre las fuertes marejadas en el oeste y suroeste del país, lo que ha llevado al ingreso del mar en áreas bajas.
En resumen, la amenaza del huracán Idalia de categoría 4 se cierne sobre Florida, mientras los residentes y las autoridades se preparan para enfrentar impactos potencialmente catastróficos. Mientras tanto, Cuba aún lidia con los estragos que dejó a su paso. La coordinación entre autoridades y la movilización de recursos se vuelven esenciales para mitigar los efectos de esta poderosa tormenta.
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