🌐 ASTROLABIO # 207 - VIERNES, 02 DE JUNIO DEL 2023
Y el grupo organizado de mercenarios más destacado es la Brigada Wagner.
Wagner es un demonio, el alter ego del régimen, el bufón que criminaliza y critica al mismo tiempo desde su comodidad como out sider con licencia para disentir.
Wagner es una pieza más que necesaria en el imperio : hazmerreír con permiso para elevar el tono, dueño de la cocina en la que el emperador Putin abreva ; caricatura de oposición al interior de la autocracia.
Y como si fuera poco, empresa privada de seguridad, una figura mítica que todos los imperios han usado pero que en el Kremlin ha llegado a su más refinada y destructiva expresión.
Es un Frankenstein consentido por el régimen. Tiene licencia como contradictor y también la tiene para matar a destajo.
Jamás será conducido al cadalso. Es el bufón que administra la cicuta en la corte kremlinesca pues, al fin y al cabo, todo circo necesita un ( creepy ) clown.
De tal modo, Wagner es el referente de la guerra irrestricta. Espina dorsal del expansionismo híbrido del imperio ruso. Terror que impulsa al terror.
Advirtiendo del eventual fracaso de los ejércitos regulares, remueve los cimientos de la maquinaria híbrida y la impele a la victoria.
Entonces, Wagner se convierte en el propulsor constante, en el estímulo incesante, en el descarnado testigo y actor -al mismo tiempo- de un proyecto totalitario en expansión permanente : Chechenia, Abjasia, Osetia, Siria, Crimea, Kazajistán y el Donbás.
En suma, el fiscal avizor que impide dormir sobre laureles y que fustiga a los combatientes removiéndolos y empoderándolos para marchar al teatro de operaciones con el coraje emanado del espíritu Ortodoxo.
Al percibir su eficacia, Zelenski, el invadido más reciente, quiere plagiar el modelo valiéndose de grupillos aventureros que, ante Wagner, tan solo palidecen.
Palidecen porque Wagner goza de un liderazgo al que denominamos « liderazgo cáustico » : corroe y carcome al tiempo que inspira a las hordas y suscita el fervor entre las huestes.
No lo consiguen, porque los cánticos de guerra y los gritos de combate proferidos por sus legiones se inspiran en las mismísimas valkirias.
Carisma cáustico : Inspiración nómada y salvaje que lapida y dilapida. Arrasa y devora. Devasta, absorbe y despoja.
Liderazgo que prosterna a fieles y apóstatas.
Fieles, aquellos que entienden y comparten la guerra irredentista con la que el emperador del Kremlin les retorna al seno de la Madre Rusia.
Apóstatas, aquellos que no quieren someterse al núcleo imperial de mil doscientos años.
Ese es Wagner : el espíritu insaciable que motiva, demuele e inserta a sus bandoleros en el próximo salto estratégico hacia Moldavia … y más allá.
vicentetorrijos.com