Cada año, miles de bachilleres sueñan con entrar a la universidad. Pero, se encuentran con obstáculos que les impiden hacerlo realidad. La falta de recursos económicos, las desigualdades sociales, las barreras geográficas, la falta de orientación y apoyo, e incluso la brecha digital son 5 de las principales dificultades que enfrentan. En este panorama desafiante, Fincomercio con su propósito de ayudar a la transformación social y económica de los colombianos, mediante la prestación de servicios financieros de fácil acceso, que por su baja cuantía no son objetivo de mercado del sistema financiero tradicional, ha identificado 7 aspectos claves que facilitan el ingreso de jóvenes estrato 1, 2 y 3 a la educación superior. Además, revela las ciudades que más solicitan crédito educativo y las carreras preferidas hoy por los colombianos.
Michael Rodríguez, director de comunicaciones de Fincomercio, destaca que “tras analizar nuestras cifras hemos identificado que los jóvenes, contrario a lo que se dice, si quieren estudiar, solo que estas generaciones son dinámicas, emprendedoras e innovadoras y desean alcanzar su crecimiento profesional más rápido. Nuestra tarea como cooperativa es apoyar las necesidades de los bachilleres que sueñan con ingresar a la universidad y los profesionales que desean acceder a posgrado, creando múltiples opciones de financiación a nivel nacional. Las cifras demuestran nuestro compromiso, ya que en los últimos 10 años hemos financiado a más de 250 mil estudiantes por un monto que supera los 890 mil millones de pesos”.
Uno de sus principales objetivos de la cooperativa es facilitar el acceso a la educación a la población de escasos recursos, y para lograrlo, tiene convenios con más de 190 instituciones a nivel nacional a través de Fincoeducar, “se trata de un servicio creado hace más de 18 años cuando nadie en el sector financiero le prestaba a los estudiantes y Fincomercio empezó hacerlo 100% digital, con documentación mínima, respuesta inmediata, financiación del 100% de la matrícula para estudiantes de pregrado, plazo máximo de 60 meses para especializaciones, maestrías, doctorados y MBA e incluso apoyamos el acceso a la educación continua, por ejemplo, programas de idiomas en Colombia o en el exterior. Todo lo anterior con trámite digital o presencial y acceso a beneficios adicionales de recreación, salud con cobertura nacional”, menciona Rodríguez.
Cifras de la educación
La dificultad de acceso a la educación universitaria no se limita únicamente a la falta de recursos para pagar la matrícula, también influyen los gastos diarios relacionados con la carrera que elija el estudiante. La cooperativa reconoce esta realidad, por eso inspira a los jóvenes con la reconocida frase célebre, “un viaje de mil millas comienza con un primer paso”, y brinda apoyo concreto con auxilios de manutención, kits escolares y bonos. El objetivo es asegurar que los jóvenes puedan culminar sus estudios con éxito y superar los múltiples desafíos que enfrentan, para no desertar.
“La cooperativa se ha convertido en una importante opción de financiación para aquellos que no cuentan con una beca, no cumplen con los requisitos de la banca tradicional o buscan beneficios adicionales. De hecho, desde 2005 hasta 2023, ha facilitado el acceso a la educación superior de 400.000 personas con un monto que supera 1 billón de pesos. Adicionalmente, están los estudiantes que además de la financiación reciben auxilios de transporte, alimentación, materiales y herramientas de estudio que son más de 1.900 jóvenes a quienes hemos entregado ayudas por más de $800 millones. Estas cifras reflejan nuestro compromiso con la transformación social y económica del país”, añade Rodríguez.
Al analizar el comportamiento de crédito educativo para pregrado por ubicación geográfica, las cifras de la cooperativa revelan que los estudiantes están ubicados principalmente en 5 ciudades que son Bogotá, Medellín, Cali, Tunja y Villavicencio.
“Respecto a la edad en la que los colombianos solicitan financiación para pregrado según las cifras de 2022 y 2023. En primer lugar, están quienes tienen entre 16 y 24 años con 39%, seguidos por el grupo de 25 a 29 años con el 25%, luego la franja de 30 a 34 años con 14%, siguen quienes tienen entre 35 a 39 años con el 9% y, por último, el 13% está integrado por mayores de 40 años”, explica Rodríguez.
Actualmente, 86% de las solicitudes de crédito son para programas de pregrado y 14% para posgrado.
Un dato llamativo es el destacado crecimiento en las solicitudes de crédito educativo en 2022, ya que, para el primer semestre del año anterior aumentaron 61.42% una cifra destacada teniendo en cuenta que en años anteriores la deserción estudiantil y la virtualidad habían desmotivado a la población frente a lo cual, en alianza con las instituciones educativas la cooperativa creó nuevas facilidades para que los estudiantes empezaran o continuaran con sus programas académicos.
7 enemigos que alejan a los jóvenes de la universidad
Teniendo en cuenta el alto porcentaje de estudiantes que no ingresan a la universidad o que inician, pero no se gradúan, la cooperativa preguntó a jóvenes estrato 1, 2 y 3 cuáles son los obstáculos más grandes al momento de acceder a educación superior:
7 amigos para combatir la deserción universitaria
“La educación es la única herramienta para transformar la sociedad, por eso trabajamos día a día aumentando las opciones que facilitan el acceso a la educación superior en estratos 1, 2 y 3 con la experiencia de 18 años apoyando esta labor social, hoy sabemos que hay 7 variables que hacen posible que cientos de jóvenes se conviertan en profesionales, estas son:
Top 10 de las carreras preferidas
Un dato interesante de este sondeo de Fincomercio es que, al revisar la data de qué están estudiando hoy los jóvenes en Bogotá, Cali, Barranquilla, Cartagena, Pereira, Villavicencio, Medellín, Ibagué el hallazgo es que en las 8 ciudades el top 10 registra las mismas carreras:
Los jóvenes hablan
“Los jóvenes de mi edad para no estudiar dicen que hay pocas entidades que nos apoyan cuando acabamos de salir del colegio o no tenemos una vida crediticia. En mi caso, lo que quiero realizar con mi carrera es desarrollar y construir obras civiles que generen un mejor ambiente en la calidad de vida y el bienestar económico de mi país”, explica Andrés Caicedo, estudiante de Ingeniería Civil.
“Los jóvenes no están estudiando hoy en día porque analizaron la relación tiempo – dinero y estudiar 5 años para salir a ganar el mínimo no llama la atención. Creo que este sacrificio a veces no es bien compensado y por eso, sienten que no es necesario tener un pregrado menos un posgrado. Yo estudio publicidad porque quiero ganar un premio con una campaña social en el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions que desde 1954 destaca la excelencia en publicidad”, cuenta María Ferro, estudiante de Publicidad.
“Creo que las redes sociales muestran demasiada inmediatez, por ejemplo, con un clic, tenemos en la puerta de nuestra casa una hamburguesa, unos tenis y hasta un Play Station y además con la moda de los influencers, los jóvenes quieren ser famosos en redes, tener muchos likes, y creen que eso les va a asegurar estabilidad económica. Yo estudio administración de empresas, ya tengo 10 años de experiencia laboral y estudio para crecer a nivel profesional”, menciona Fabian Rojas, estudiante de administración de empresas.
“En Colombia la educación es muy costosa, y ese es uno de los motivos que más aleja a los universitarios. Yo soy estudiante de publicidad y mercadeo, escogí esta carrera porque siempre me ha gustado la vida creativa, volver realidad un proyecto y convertir los sueños del cliente en resultados”, dice Fredy Torres, estudiante de mercadeo y publicidad.
“La gente deja de estudiar por indisciplina, falta de tiempo y poco dinero. La mayoría de las personas tenemos muchas responsabilidades, tenemos que salir a trabajar 8 horas diarias o más porque a veces la jornada es muy extensa, a veces hay que trasnochar, si uno estudia hay que hacer tareas y no queda suficiente tiempo para todo. Yo estudio inglés, para viajar, conocer nuevas culturas y socializar”, comenta Jeisson García, estudiantes de inglés.
“La principal razón por la cual los jóvenes no quieren estudiar se debe a que al graduarse no hay un buen pago por todo el esfuerzo que implica estudiar una carrera. Yo soy estudiante de diseño gráfico, voy en primer semestre y uno de mis sueños primordiales es ser reconocida por mi capacidad de transmitir cualquier tipo de mensaje a través de piezas publicitarias memorables”, narra Natalia Sánchez, estudiante de diseño gráfico.
“Yo pienso que una situación que aleja a los jóvenes de las universidades es que para generar recursos empiezan primero a trabajar, con el sueño de estudiar en la noche o después. Pero, el trabajo los absorbe, se olvidan de estudiar y cuando se dan cuenta han pasado 20 años. Mi sueño es trabajar en la Defensoría del Pueblo para generar proyectos juveniles”, explica Sofía Neira, estudiante de sociología.
Lo dicen las instituciones
Para conocer la otra cara de la moneda, la cooperativa consultó a la academia:
Lina González, jefe de Huella Grancolombiana – Institución universitaria Politécnico Grancolombiano
María Clemencia Parra, directora de Tesorería de la Universitaria Agustiniana
Sandra González de la Fundación Universitaria Los Libertadores
Carlos Pinzón, coordinador de publicidad y mercadeo Corporación Educativa Indoamericana -escuela de aviación
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