El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, anunció este miércoles que presentó una denuncia por estafa ante la Fiscalía General de la Nación, contra los directivos de la aerolínea Viva Air. Esto, tras la venta de tiquetes y el cese de sus actividades, lo que causó serios perjuicios a muchos pasajeros del país.
Se calcula que fueron alrededor de 460 boletos y reservas que se vendieron antes de verse afectados por la crisis financiera de la compañía; con respecto a la situación de los trabajadores de la aerolínea, Reyes enfatizó que Viva Air debe calcular la liquidación de cada persona. Aunque empresas como Latam y Avianca han ofrecido contratos a las personas afectadas, el Ministerio de Trabajo anunció que se encargará de llevar un proceso de acompañamiento para cada uno.
“Estamos poniendo la cara como Gobierno del Cambio por nuestros pasajeros, por nuestros usuarios, por nuestras agencias de viaje, por nuestra defensa del transporte aéreo”, enfatizó el ministro en una entrevista en Colombia Hoy Radio.
Referente al caso de la aerolínea Ultra Air, el ministro enfatizó de podría tener problemas financieros y se encuentra bajo la vigilancia del Gobierno, para evitar el colapso y la suspensión de sus operaciones. En una entrevista a W Radio, el funcionario aseguró que la empresa Ultra aún se mantendrá en ejecución, pero que en caso de presentar una caída, no se hará cargo de la inversión por parte de los usuarios.
“Nosotros, con la Superintendencia de Transporte, estamos obteniendo toda la información estados financieros actualizados sobre el estado de balances de pasivos y activos para determinar: uno, hay un proceso de un crédito que está tramitando si efectivamente se va a dar la capitalización y el acompañamiento necesario, pero también advertir a nuestros pasajeros los riesgos que se están padeciendo”, añadió Reyes.
En el documento entregado a la entidad investigadora, se sustenta que:
1. La Aerolínea recaudó antes del cese de las operaciones, el pasado 27 de febrero, una suma que asciende (de manera preliminar a los 272 millones de pesos, en la venta de tiquetes aéreos, tiqueteras y la recepción de pago de varias agencias.
2. Fast Colombia S.A.S. (VIVA) mantuvo abiertos canales comerciales para la venta de sus servicios hasta unas horas antes de cerrar las operaciones.
3. Sabiendo que no podía cumplirle a sus usuarios los mantuvo en error, generando expectativas respecto de sus vuelos que no podía materializarse.
4. A la fecha la aerolínea no ha realizado reembolso alguno a los miles de afectados, vulnerando con ello el patrimonio económico de los colombianos que adquirieron sus servicios.
Escrito por Catalina Hurtado Ladino