El Carnaval de Barranquilla bailará al paso de la primera dama
17 febrero, 2023
Exintegrante de la Policía Nacional entregaba víctimas de secuestro al ELN
20 febrero, 2023

Ánimo con el Desánimo…

Una de las sensaciones más incómodas y más difíciles de enfrentar, es el desánimo. El desánimo es un estado incapacitante que afecta y frena nuestra vida. Todos los seres humanos en alguna ocasión lo hemos sentido.

El desánimo te aísla, te bloquea, te lleva a cancelar planes. El desánimo te quita el apetito, te hace perder la capacidad de asombro; nada se disfruta, nada te emociona. Todos los proyectos, por buenos que sean, terminan en el bote de la basura. El desánimo te impide vivir bien tal y como quieres. 

Podemos entender el desánimo como algo que nos disminuye, nos aturde y nos va reduciendo poco a poco, hasta caer en tanta simpleza, en tanta frialdad, que solo Dios, puede volver a darnos un sentido y un valor a la vida. El desánimo nos vuelve inseguros, nos llena de miedos y terminamos convertidos, en personas llenas de ansiedad.M de acuerdo  

La palabra desánimo en hebreo significa:
ü  Estar atento sin fuerzas para seguir adelante.
ü  Falta de ilusión o ánimo hacia alguien o para hacer algo.

Veamos lo que nos dice la Biblia para vencer el desánimo:

Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides.

Deuteronomio 31:8

Las personas desanimadas tienen pensamientos de derrota:
ü  Dios no me tiene en cuenta…
ü  Para qué seguir luchando…
ü  Todo me sale mal…
ü  ¿Por qué Dios permite este problema en mi familia?

Las personas desanimadas tienden a ser críticos y murmuradores:
ü  Contra Dios
ü  Contra la familia
ü  Contra el jefe
ü  Contra otros creyentes

El desánimo viene por las siguientes razones:
ü  Enfermedades
ü  Crisis económicas
ü  Enemistades
ü  Desilusiones en su matrimonio o con un familiar
ü  Comentarios malsanos que hacen otras personas, tales como: Chismes y descalificaciones

Recuerda que Dios, es nuestro Ayudador y Él, es el que nos sustenta para levantarnos y seguir adelante, no podemos rendirnos, debemos luchar para seguir disfrutando esta vida que Él nos ha dado.

Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante.

Jeremías 30:10

Escrito por Édgar Jaimes