Por fortuna, quienes se empeñan en convertir a este mundo en un mundo de locos pueden ser identificados con absoluta claridad.
Los yihadistas salafistas, en España, son un buen ejemplo.
Un islamista ( extremista que instrumentaliza a Mahoma para justificar el crimen ) atentó contra dos iglesias, atacó a un sacerdote y mató a un sacristán vociferando que “Alá es grande”.
De inmediato, surgieron voces para llamarlo “enfermo mental” y clasificarlo como “lobo solitario”.
Pero ni una cosa ni la otra, porque semejantes falacias solo sirven para enmascarar sus pretensiones.
La realidad es que tales criminales son más cuerdos que cualquiera, hacen cálculos perfectamente racionales, y su falta de empatía no es más que un depurado indicador de eficiencia criminal.
Adicionalmente, los llamados lobos solitarios no existen. Por analogía con el reino animal, se quiere edulcorar el terrorismo para que los ciudadanos no entren en pánico.
Pero lo cierto es que esos “lobos” son eslabones en largas cadenas y redes violentas : alienados, fanáticos y extremistas que abrevan en ideologías perversas, se forman cuidadosamente en la destructividad y comparten con sus hermanos el paroxismo sangriento.
Por otra parte, en Memphis, Tennessee, cinco policías negros cegaron la vida de otro ciudadano negro, removiendo aquello de las “black lives matter”.
Lejos de ser tan solo un problema de racismo, queda claro que una sociedad como la norteamericana sufre un déficit democrático de proporciones inconmensurables.
Déficit que comienza con una flagrante distorsión de lo que significa el monopolio ( legítimo ) de la fuerza.
Distorsión que, a su vez, no solo afecta la convivencia doméstica sino al contexto estratégico global.
Porque en vez de dedicarse a fortalecer la protección de sus ciudadanos y a Taiwán, para que no le suceda lo mismo que a Ucrania hace ya un año, EEUU y los aliados otantistas se sumergen ahora en la “euforia artillera”, la del suministro masivo de tanques a Ucrania.
Aupados por Zelenski -el Juan Guaidó de Kiev- que no logra contener la hemorragia de corrupción a pesar del grupo Deloitte y los delegados de la contraloría norteamericana, más de una decena de países estarán enviando tanques de todo pelambre a un ejército que no podrá escapar de la Tecno Torre de Babel.
Torre de Babel compuesta por aparatos británicos, franceses, estadunidenses y alemanes de la más disímil condición y manejo que no solo tardarán casi un año en llegar sino que formarán un verdadero trancón, o galimatías tecnológico.
Los protuberantes vacíos en entrenamiento, mantenimiento y protección convertirán muy pronto a todo este material en un gigantesco cementerio de chatarra.
De hecho, el régimen ucraniano ha sido claro al reclamar no los 100 carros que los aliados piensan enviarle, sino 500, cifra con la que ( suponiendo que superase el antedicho síndrome de Babel ) sueña derrotar a las huestes de Guerásimov.
¿ Con qué alientos va a darle mantenimiento a tantos sistemas distintos ?
¿ Cómo va a repararlos, manejarlos, alinearlos, y coordinar las operaciones bajo estándares de interoperabilidad que solo se logran con años de ejercitación ?
Por supuesto, el propio Zelenski sabe que los tanques, per se, de nada sirven si no están acompañados por un poderosa fuerza aérea de cobertura y suficientes misiles de respaldo, tal como acaba de agregarlo a su interminable y megacostosa lista de donaciones solicitadas a la Casa Blanca.
Pero como si todo lo anterior no fuese suficiente, volviendo a los asuntos relacionados con el primer punto de este texto, un radical palestino osa atacar una sinagoga en Jerusalén y les quita la vida a diez creyentes inermes en venganza por el ataque hebreo a Yenín.
Con irresponsable ligereza, alguien podría ver como equivalentes una operación militar y un acto terrorista, pero lo realmente esencial es que Israel ya no podrá seguir tolerando más el clima de inestabilidad creado por Hamás en la Franja, Hizbolá en el Líbano, e Irán en Siria y la península Arábiga.
En consecuencia, la unidad entre Washington y Jerusalén es ahora más necesaria que nunca para refrenar a Teherán como verdadero promotor de la conmoción regional.
Unidad que también resulta vital en Europa para seguir confrontando al yihadismo y para no caer en la espiral bélica impuesta por Zelenski, cuyas consecuencias pueden ser insospechadas.
Sobre todo, si Rusia llega a la conclusión de que la OTAN ya no está defendiendo a Ucrania … sino que ha pasado a atacarla a ella misma, directamente, y en primera persona.
vicentetorrijos.com