La comunidad kurda en Francia rindió homenaje a las víctimas kurdas que fueron asesinadas el 23 de diciembre en París. Miles de personas acompañaron los féretros que avanzaban entre la multitud mientras eran cubiertos por las flores que los asistentes lanzaban. Los kurdos han insistido en que se trata de un acto terrorista y señalan a Turquía como responsable y no aceptan la versión dada por la fiscalía Parisina, que da el hecho como acto racista realizado por un tirador.
En la comuna de Villiers-le-Bel, a unos veinte kilómetros al norte de la capital francesa, París, una multitud de unas 10.000 personas asistió a los funerales de las víctimas, así lo indicó la policía.
Los féretros de los tres asesinados, dos hombres y una mujer, fueron recibidos por una guardia de honor, mientras se escuchaban frases como “¡los mártires son eternos!”.
Asimismo, Los cadáveres estaban envueltos en las banderas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de Rojava – territorio kurdo en Siria –.
Según reportes los asistentes llegaron de toda Francia y Europa en autobuses contratados especialmente para el momento.
Sin embargo, muchos no pudieron entrar a la sala donde los cadáveres fueron expuestos bajo un retrato de Abdallah Ocalan, el histórico líder del PKK encarcelado en Turquía, por esto, tuvieron que seguir la ceremonia en las pantallas gigantes instaladas en las afueras del lugar.
Luego de varios discursos, se rindió un último homenaje a Abdurrahman Kizil, Mir Perwer, cantante kurdo y refugiado político, y Emine Kara, responsable del Movimiento de las Mujeres Kurdas en Francia. Miles de personas desfilaron ante los féretros para depositar una rosa.
Finalmente, los cadáveres fueron trasladados al aeropuerto para ser enviados y posteriormente enterrados en Medio Oriente.
Humberto ‘Toto’ Torres