Croacia inicia el año dejando atrás su moneda y le da entrada al euro, moneda única de la Unión Europea. Asimismo, el país se adhiere al espacio Schengen de libre circulación. Estos cambios integran unos avances importantes para los croatas quienes ingresaron a la Unión Europea hace casi 10 años.
Este 31 de diciembre, a partir de las 12 de la noche, hora local, Croacia abandonó la Kuna, moneda que había sido adoptada por esta nación en 1994, convirtiéndose en el miembro 20° de la Eurozona.
Con este importante paso, Croacia se convierte en el país 27° en integrar el espacio Schengen. Se trata de una zona compuesta por varios países europeos donde se permite cruzar libremente, sin pasaportes ni controles.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su cuenta de Twitter, tras su llegada a Croacia para celebrar el acontecimiento, declaró: “Es un tiempo de nuevos comienzos y ese es el caso en Croacia más que en ningún otro lugar de Europa”.
Para muchos analistas internacionales, la entrada de la moneda permitirá proteger la economía de Croacia frente a una inflación desmedida, una posible crisis energética y la incertidumbre geopolítica desde que se presentó la invasión de Rusia a Ucrania en febrero del 2022.
“Si hay momentos que podemos calificar de históricos, que tenemos el honor especial de presenciar, contribuyendo a la consecución de los objetivos estratégicos del país, entonces este día es uno de ellos”, resaltó el primer ministro croata, Andrej Plenković.
Cabe destacar que no todos los croatas comparten el entusiasmo de sus líderes. Algunos tienen dudas, aunque en general acogen con satisfacción el fin de los controles fronterizos, el cambio de moneda inspira desconfianza.
En los últimos días, ciudadanos hacen fila en los bancos y cajeros automáticos para retirar dinero, ya que existe temor de liquidez, tras el cambio. Muchos croatas temen que la llegada del euro provocará una subida en los precios.
Humberto ‘Toto’ Torres