Este lunes 3 de octubre el Gobierno de la primera ministra británica Liz Truss se vio obligado a dar un humillante giro de 180°, a menos de un mes en el poder, revirtiendo un recorte a la tasa más alta del impuesto sobre la renta que ayudó a generar agitación en los mercados financieros, esto sumado a una rebelión en su partido.
Cabe recordar que el 23 de septiembre, Truss y su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, anunciaron un nuevo “plan de crecimiento” donde se proyectó recortar los impuestos y la regulación, financiado con un amplio endeudamiento del Gobierno para sacar a la economía de años de estancamiento.
El ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, dijo: “La decisión de eliminar el recorte de impuestos a la tasa máxima se tomó con “cierta humildad y contrición”, luego de que los legisladores del partido reaccionaran con alarma ante una medida que favorecía a los ricos durante una recesión económica”.
Aprobado por los miembros del partido, pero no por el público en general, Truss y Kwarteng en la teoría, estaría tratado de sacar a la economía de un período de más de 10 años de estancamiento. Esto, con un plan al estilo de los años 80 para reducir los impuestos y la regulación, todo financiado por un gran endeudamiento del gobierno.
No obstante, el método usado desató una crisis de confianza en el Gobierno, lo que desencadenó que el precio de la libra esterlina y de los bonos del Estado se desplomaran y sacudieran los mercados mundiales hasta el punto de que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir con un programa de 65.000 millones de libras (73.000 millones de dólares) para estabilizar el mercado de bonos.
El ministro Kwarteng en un comunicado dijo “Está claro que la supresión del tipo impositivo más alto del impuesto sobre la renta se ha convertido en una distracción de nuestra misión primordial de abordar los retos a los que se enfrenta nuestro país. (…) Como resultado, anuncio que no vamos a proceder a la abolición del tipo impositivo más alto del impuesto sobre la renta. Hemos escuchado y lo entendemos”.
La decisión de echar para atrás probablemente pondrá a Truss y a Kwarteng bajo una enorme presión, menos de cuatro semanas después de haber llegado al poder. Es importante resaltar que el Reino Unido ha tenido cuatro primeros ministros en los últimos seis años, cargados de tormentas políticas.
Liz Truss, exministra de Asuntos Exteriores británica de 47 años, asumió el cargo el 6 de septiembre luego de obtener el liderazgo entre los miembros del Partido Conservador, admitió el domingo que debería haber hecho más para “sentar las bases” de la política fiscal.
Cabe destacar que los inversores acostumbrados a que Gran Bretaña sea un pilar de la comunidad financiera mundial, estaban altamente preocupados. Asimismo, esto llevo a que Vendieran activos británicos a tal tasa que la libra alcanzó un mínimo histórico frente al dólar y el costo de los préstamos del gobierno se disparó.
Un legislador conservador, que se negó a ser identificado dijo. “Es asombroso, el daño ya está hecho. Ahora también nos vemos incompetentes”. Asimismo, Otro miembro del partido dijo: “El gobierno con Truss como primer ministro solo desde el 6 de septiembre, ya está en modo “sobrevivir un día a la vez” a medida que la confianza y la credibilidad se esfumaban”.
Humberto ‘Toto’ Torres