Mientras Colombia atraviesa por una complicada situación de orden público y se registran hechos como el asesinato de nueve jóvenes militares en el Catatumbo a manos del ELN; el Ejército Nacional retiró a 748 soldados que prestaban sus servicios en la institución.
“Los soldados profesionales que recibieron su notificación de retiro por haber cumplido su tiempo de servicio, de acuerdo con lo estipulado en el Decreto Ley 1793 de 2000 «Por el cual se expide el Régimen de Carrera y Estatuto del Personal de Soldados Profesionales de las Fuerzas Militares» y mediante la Orden Administrativa de Personal, N.º 1262 del 27 de marzo del 2023, en la cual se notificó el retiro del servicio activo a 748 soldados profesionales por la causal de tener derecho a pensión”, afirmó el Ejército en un comunicado.
A esto le añadieron que podrán continuar con el programa académico en calidad de retirado que “tiene como objeto brindar herramientas educativas para que los soldados que se acercan a la finalización de su carrera militar continúen siendo productivos en la sociedad. El programa está acompañado de ofertas académico-técnicas o tecnológicas, en alianza con el Sena a nivel nacional”.
Sin embargo, diferentes soldados denunciaron que los retiraron sin enviar notificación alguna y sin cumplir con el programa de reintegro a la vida civil, así lo dio a conocer SEMANA, medio que logró obtener algunos testimonios de los uniformados.
“Siempre nos han humillado, porque son decisiones arbitrarias que cometen con nosotros los altos mandos, que en este caso son los que administran el Ejército, todos dicen que son soldados, pero yo les pregunto: ¿qué están haciendo por los soldados? A nosotros nos están vulnerando todo el tiempo nuestros derechos”, indicó Nicolás Loaiza a ese medio.
Por su parte, Rigoberto Macana señaló que el problema no era la Institución, sino quienes la dirigen: “El Ejército nos abandonó, nuestros líderes no nos están agradeciendo después de servir a la patria por muchos años, a uno le queda es un sinsabor y quiero dejar claro porque no es la institución en sí, sino sus dirigentes”.
Redactado por Sara Camila Fajardo